Arturo Prat, ese joven
Iquique en mayo. Liceo. Orientación en segundo medio. Tenemos que hablar acerca de "valores". No me gusta imponer valores, pero obedezco: Comienzo preguntando: ¿A quién admiran? Dicen que a nadie. Sufro, pero porfiadamente decido hablarles de alguien cuyo nombre escuchan todo el tiempo: Arturo Prat.
Les cuento que no tuvo una infancia fácil. Que es la madre quien forjará su carácter y se preocupará de que tenga una buena educación. A los diez años ingresa a la Escuela Naval. Su carrera como marino es exitosa. Entre varias otras interesantes misiones, participa en el combate naval de Papudo. Pelea en el combate de Abtao. Ya es capitán de corbeta graduado en febrero de 1873.
Aun cuando le agrada su carrera, estudia con gran esfuerzo y se gradúa como abogado. Participa en el estudio y redacción de la Ley General de Navegación. Entiende la participación ciudadana en el ejercicio de la democracia: su memoria "Observaciones a la ley electoral vigente", es un análisis del cuerpo legal promulgado en 1874.
La navegación tiene momentos solitarios. Entonces, Arturo lee, no solo por estudio sino también por entretención. Le gusta la música: escucharla e interpretarla. Y, como nadie es perfecto ¡También fue profesor! (logro que se rían). Hace clases gratuitamente en una escuela nocturna.
¿Es feliz? Seguramente. Cuida de su madre y de su esposa e hijos. Tiene amigos, como Luis Uribe, casi un hermano. También enemigos, como el almirante Rebolledo, que lo desprecia.
¿Usted, lo admira? Preguntan. Sorprendida, trato de explicar: Sí, porque siendo abogado, pudo quedarse en tierra y ganar más dinero sin correr riesgos. Porque eligió una profesión difícil, pero que amaba. Porque para mí, Prat no es el que se lanza al abordaje en acto heroico de un momento, sino un joven común, que al mismo tiempo es modelo en afán de superación, en la solidez de sus principios, en responsabilidad, en el esfuerzo por dar a los demás con lealtad y generosidad lo que esperan de él.
"Ah", me dice el desordenado del curso, "Ahora entiendo eso de 'admirar'".
Cecilia Castillo