Mayo
Quiero creer que en mayo volveremos la mirada al mar. Quiero convencerme de que estos 4.200 y tantos kilómetros de costa serán motivo de conversación para estudiantes, que se harán programas especiales en la TV local, que los colegios volverán la mirada al piélago azul y que todos, sin excepción, nos sentiremos dueños del Mar de Chile.
Desde mi óptica, eso sería hacer soberanía con el alma y con el corazón.
Quiero pensar que todos los estudiantes, como en mis años de la preparatoria, aprenderán el Himno a Prat, que en Iquique cantan a voz en cuello… Himno que los escolares locales desconocen (…Y los profesores también).
Quiero convencerme que en mayo, todos los establecimientos locales recibirán la visita de una delegación de la Armada y que la permanencia de los buques de la escuadra, hará posible que muchos estudiantes suban a bordo, se balanceen en sus cubiertas, conozcan a nuestros marinos y sepan qué y cómo es la vida en el mar.
Quiero escuchar a nuestras autoridades proponiendo acciones destinadas a promover los deportes náuticos… Para que nuestros chicos aprendan a navegar a la vela. Para que todos sepan -a lo menos- bogar en una embarcación cualquiera. Que aprendan un par de nudos y un puñado de conceptos. Que dominen el lenguaje del mar, que nos es común a los porteños.
Quiero saber que en los puertos de Chile entero, los estudiantes se han convencido que "Chile es una tierra de océano" y que hay que volver la mirada y volcar sus mejores afanes a este mar que "tan tranquilo no nos baña" y que ha dejado de "prometernos un futuro esplendor". Un mar que por el solo hecho de ser nuestro, debemos cuidarlo, recuperarlo para todos los chilenos y defenderlo, así nos quede una sola gota de sangre en nuestras venas.
En fin, quiero creer que en mayo, los porteños nos revestimos con el coraje de Arturo Prat y sus marinos y hacemos de este mar inmenso, que colinda con el desierto más árido del mundo, el escenario que nos demandará el mejor de los futuros.
Jaime N. Alvarado García