Bryan Saavedra López
Dos universidades nortinas implementaron el primer cultivo de huiro negro: especie endémica del país que tiene múltiples usos y exporta a China y Noruega a 1.200 dólares la tonelada.
Durante 18 meses expertos de la Universidad Arturo Prat y de Antofagasta analizarán la sustentabilidad de su extracción a lo largo del tiempo y en las costas del Chile.
El proyecto es financiado por un Fondep Regional de 150 millones de pesos, que empezó su ejecución a principio de 2015, buscando frondas reproductivas en la orilla.
Posteriormente continuó en los laboratorios con la liberación de esporas y en estos días desemboca en el cultivo marino del sector Caleta Errázuriz de la UA, en la Isla Santa María.
La bióloga marina, magíster en Acuicultura y ficóloga (experta en algas) de la Unap, Marcela Ávila, explicó que en el resto de los países el 95% de sus algas son cultivadas en laboratorios, mientras que en Chile es todo lo contrario, ya que el 95% son naturales y sólo el pelillo (5%) es cultivado de esta forma.
El huiro negro (Lessonia Nigrescens) es una especie de alga que habita en la zona intemareal (donde hay rocas salpicadas por olas), predominando, desde la primera a la cuarta regiones.
La especie es el más importante en términos de volúmenes de extracción, ya que el país anualmente saca sobre 300 mil toneladas húmedas del alga.
Si hay tantas algas, ¿por qué cultivar más? Según los encargados del proyecto es para crear centros de cultivo, expandir el alga en la costa y repoblar sectores sobreexplotados.
El equipo, tras hallar las frondas reproductivas en la orilla, liberaron esporas (semillas) en los laboratorios. Allí la reproducción a nivel microscópica es el acto esencial para que un alga cambie de esa forma de vida y sea como las típicas visibles en la costa.
"En esa fase microscópica se produce la reproducción sexual y la fecundación. Luego de eso se empiezan a formar las plantitas que llamamos esporofitos que es la que nosotros vemos y las que recolectan los pescadores", especifica la ficóloga.
Ávila, además, dijo que en la naturaleza deben pasar 12 meses para tener un esporofito de 60 a 80 centímetros, pero en el labotario pueden aletargar el proceso reproductivo cuando lo estimen conveniente, a través del manejo de nutrientes, luz y temperatura.
Técnicamente tarda entre tres y cuatro meses la transformación de vida microscópica a la vida de alga. Tiempo que esperaron para que la investigadora sostenga en sus manos una alga de no más de tres centímetros que amarra a una cuerda.
Ésta se unirá a otra más larga (long line) y, en distintas hileras, se hundirán en el fondo marino de la Caleta Errázuriz, sector de Isla Santa María en la que la Universidad de Antofagasta tiene 18 hectáreas.
Hito
Para Carlos Riquelme Salamanca, director del Centro de Bioinnovación de la UA y doctor en Microbiología Marina, este proyecto marca un hito en el sistema de cultivo del alga.
Por ello, según Riquelme, significa un gran paso que podría llevarlos a desarrollar centros reproductores de estos brotes.
"La idea es que en el corto plazo, dos años, existan centros productores de estos brotes para luego transferirle esta tecnología a los pescadores. Y esto (el cultivo) se hará acá y en el sur de Antofagasta, donde colocarán las algas con esponjas sobre las rocas, de modo de comparar cuál tiene mejor crecimiento", mencionó Riquelme.
En esta zona de la isla, la UA también cultiva ostiones, ostras y los estudiantes de la Facultad de Ciencias del Mar hacen sus tesis.
Economía
A este proyecto también están ligadas las empresas dedicadas a la industria del alga Mingyue y Prodalmar.
El gerente general de esta última, René Piantini, aseguró que "se comercializa entre 1.000 y 1.200 dólares aproximadamente la tonelada". Y que a nivel nacional la industria brinda unos 5.000 empleos.
De hecho la empresa exporta el 25.4% de huiro negro del país. Sólo en 2015 vendió 13,527 toneladas, principalmente a China, Japón y Noruega.
Y comentó que "en este momento es lo más importante que se ha hecho en algas pardas en Chile, principalmente en la lessonia nigrescens. Es la primera vez que se cultiva en laboratorio y se está haciendo el traspaso al mar".
¿Para qué sirve el alginato?
El alginato que se obtiene de estas algas pardas tiene distintas aplicaciones como: Materia prima para productos de belleza en la industria cosmética.
Adelgazante, porque produce saciedad. Fertilizantes para disminuir las enfermedades en el cultivo de vid u otros para aumentar la productividad.
95% de la producción
de algas es natural en Chile, mientras que en otros países el 95% es cultivada.
US$1.200 pagan la tonelada de huiro negro y a nivel nacional la industria mantiene unos 5 mil empleos.