"Para que a nadie le falte el trabajo y por una economía bien llevada debemos trabajar siempre todos", fueron las palabras de monseñor Pablo Lizama durante la celebración de la tradicional misa por el Día del Trabajo, que se realizó ayer en la Sociedad Comercial Vega Central de Antofagasta.
La autoridad religiosa agregó que el sentido de la ceremonia litúrgica, que convoca a los trabajadores y autoridades en la ciudad, es seguir disponiendo el espíritu para que se pueda construir la región que todos esperan, una que tenga siempre a la persona como fundamento y con una mejor calidad de vida, apoyada siempre en una experiencia digna del trabajo.
Homenaje
Durante el encuentro las autoridades de la Vega Central, rindieron un pequeño homenaje a monseñor Pablo Lizama Riquelme, quien presidió la celebración acompañado de otros sacerdotes.
El prelado debería dejar su cargo como máxima autoridad católica en Antofagasta a mediados de este año, una vez cumplidos los 75 años, que es la edad en que los obispos cesan en sus funciones.
Lo que falta aún es que desde la Nunciatura Apostólica se comunique el nombre del sucesor.
Por lo mismo, al final de la celebración el presidente de la asociación de trabajadores de la Vega, Leandro Müller, destacó que Lizama "ha tenido una constante preocupación hacia los trabajadores".
Müller agradeció su presencia en la ceremonia y su fuerte compromiso con la actividad.
Roberto Sepúlveda, presidente de la CUT regional, también expresó palabras de gratitud al arzobispo.
En especial rescató las constantes reflexiones sobre el sentido del trabajo en la vida cotidiana de las personas.
En la celebración se presentaron signos para demostrar el compromiso de los trabajadores, como también, expresar el profundo sentido del día que se conmemoraba.
Profesores pertenecientes al Equipo Docente de Chile (Edoch), agrupación que reúne a académicos creyentes, presentaron un documento que los compromete con la reforma educacional en búsqueda de calidad y equidad.
Por su parte, las trabajadoras de casas particulares, ofrecieron como signo parte de la ley que desde ahora rige su trabajo y que las dignifica y reconoce en su labor.
Finalmente, el Movimiento Cristiano de Trabajadores dejó a los pies del altar un compromiso para trabajar por la solidaridad entre todos los trabajadores del país y mundo.
Al finalizar la liturgia un grupo de niños entregaron en nombre de los trabajadores de la Vega, alimentos no perecibles como compromiso solidario con los más necesitados.
La dirigencia de la Vega aprovechó de realizar un reconocimiento a tres trabajadores de la entidad: Juan Varas, Francisco Tapia y Wilson González, quienes cumplieron más de 20 años de servicios.
Bailes
Para concluir el encuentro un grupo de jóvenes bailó tres pies de cueca, donde destacó la participación del intendente Valentín Volta y la alcaldesa Karen Rojo.
Junto a estas dos autoridades, se hicieron presentes en la Vega Central, la seremi de Economía, Gabriela Gómez Peralta, y de Salud, Lila Vergara Picón, además de representantes de las Fuerzas Armadas y Carabineros.