Ima Sumac Calcina
Asistimos al lanzamiento del nuevo libro de una poeta que grita su derecho a poner los acentos en las zonas oscuras de los recuerdos que martirizan el alma. ""Delira y sobrevive"".
Estamos frente a un libro que avanza en la construcción de un hablante lírico vociferante. Versos anteriores nos mostraban la palabra victimizada y el dolor rabioso y desesperado. "Delira y sobrevive" presenta el empoderamiento como actitud lírica básica, como búsqueda y encuentro de las salidas del túnel en que se siente atrapada. Por eso es un grito transformado en versos.
Ima siente la cercanía de los poetas malditos, trasgresores, provocativos, oscuros, jactanciosos de su particular sensibilidad, creyentes en que no hay un hombre sin una grieta y en que nadie está exento de locura. Se conduele en ellos y comparte su visión del mundo.
Palabras que muerden y calcinan, que tienen la capacidad de desalojar los ecos inmensos agazapados en las galerías del alma. Son sanadores. Ima vuelve con la voz entera, al rescate de la esencia de su femineidad, con una poesía de sensualidad agresivamente asumida.
En este proceso de construcción de un arma hecha de versos, el cuchillo y el vestido tienen connotaciones de un erotismo trabajado para contrastar el ataque y la contención.
Ima necesita la palabra para sanar y sobrevivir poéticamente y la poesía es la palabra sin más, fuertemente apelativa, llena de sinuosidades y de insinuaciones, lo que requiere manejo sutil de la sinestesia como imagen portadora de estímulos sensoriales.
"La sangre de mi espada huele a justicia" (Aromas)
Esta voz en busca de la identidad ( " a veces lloro,/ esperando que las lágrimas/ incuben un apellido para mí " ) viene desde la matriz y por ello no es casual que el libro tenga intención reivindicadora de lo femenino; poesía-puñal, "con la frente en alto y la procesión por dentro" .
Ima Sumac Calcina ha vuelto para poner los versos en su lugar, para encontrarse a sí misma, y en esa tarea nos ha dejado una obra que remece el árbol de las palabras. "Delira y sobrevive".
Patricia Bennett R