Redacción
El humorista Jorge Alís, llega sin censura, este sábado a Enjoy Antofagasta con un notable espectáculo, una irónica mirada de nuestro país y de nuestros vecinos, en una hilarante mezcla de humor chileno-argentino llamada "Mate con Huesillo" que con un agudo humor hará reír a más no poder con sus reflejos de nuestras profundas diferencias y asombrosas similitudes que tenemos a ambos lados de la cordillera.
En entrevista con El Mercurio de Antofagasta adelantó parte del show, cuyos tickets están a la venta a través de Puntoticket, o directamente en el casino ubicado en Avenida Angamos, explicando que "a mí me gusta la improvisación en vivo, hacer cosas distintas que tiene, muchas veces, que ver con la región".
El mismo nombre, pero rutina renovada. ¿Por dónde irá esta vez "Mate con Huesillos"?
- Sobre todo en el existencialismo y lo que está pasando. Con temas como el sueldo mínimo, de cómo vive una familia con el sueldo mínimo, o un sueldo de 400 mil pesos... Es que vivimos corriendo todo el día y no vemos como vivimos, cómo pasa el tiempo, cómo trabajamos para conseguir el dinero... Tienes que correr todo el día para conseguir la "guita" y se generan muchos kilombos... Antes nos criaban de otra manera.
En el fondo lo que tiene el "argentino culiao", es que dice lo que piensa, y ahí queda la zorra... dice De ahí viene Mate con Huesillo...
No hablamos de política, porque eso ya está muy hablado...
¿Cómo nació esta idea de los videos que se viralizan con éxito? ¿Y hay algo en mente para el futuro en redes sociales?
- Lo que pasa, que siempre estamos pensando cosas, uno tiene una opinión de lo que está ocurriendo, de fechas especiales, y tenemos la posibilidad de usar este medio.
Me han ofrecido la posibilidad de hacer cosas en radio o televisión, pero las redes sociales son una plataforma para decir muchas cosas.
Recuerdo la otra vez cuando vino el gerente de Netlif y explicaba que el televisor es como el teléfono fijo, y las redes sociales como el móvil. La televisión apunta a un público determinado, no así las redes sociales, donde uno puede colocar contenidos... Son cosas existenciales que hemos plasmado en los videos, que se transformó en algo súper interesante, que funciona, donde uno tiene un sello propio...
¿Cómo lo haces para mantenerte vigente?
- Yo tengo el título Mate con huesillo, pero no es la misma rutina siempre... No sólo el público se cansa de lo mismo, uno también se cansa de hacer lo mismo. Por eso, uno siempre aprovecha la cotidianeidad, la contingencia, la político y uno no puede estar ajeno a aquello.
¿Sientes que eres parte de una nueva generación de humoristas?
- Yo siento que una cosa que empecé a hacer a hace muchos años con otros colegas como León Murillo, Rodrigo González, que nos juntamos hace 10 o 12 años y después pasó a ser una cosa que está en todos lados y que Festival de Viña lo lleva a su escenario, se transformó en un género humorista. Tanto León, como Rodrigo y yo hemos estado en el Festival de Viña.
¿Volverías al Festival de Viña...?
- Sí, obvio que volvería.
¿De qué nos gusta reírnos los chilenos?
- Me da la impresión de que nosotros mismos... Yo veo una cosa, que es el evitar decir lo que se piensa, porque si lo dices te pueden tildar de xenófobo, machista, etcétera. Por eso evitas decirlo, pero lo piensas.
Por eso nos reímos de nosotros mismos, que es una llave para el humor. No le molesta al chileno reírse de sí mismo, y le gusta que yo critique algunas cosas... Por ahí se ríe.
Se genera ese primer código, que es de reírnos de nosotros mismos
¿Dijiste que no te gusta hacer humor político, pero no crees que es una válvula de escape burlarse de los políticos y autoridades?
-No es que no me guste el humor político. Creo que está buenísimo... Pero no me gusta como válvula de escape para usarlo en una rutina para denunciar. Para eso está Twitter y Facebook.
Como comediante, uno no debe ser una válvula escape, aunque el humor es una válvula de escape. Chaplin criticó toda su vida la estructura social, el Estado, la opresión hacia el más pobre, pero era maravilloso... lo hizo sin decir nada.
Por eso, tiene que ser en forma positiva, no negativa y así no dejar rabia.
"No es que no me guste el humor político. Creo que está buenísimo... Pero no me gusta como válvula de escape para usarlo en una rutina para denunciar."
Jorge Alís, Comediante