Aida Santelices Kostópulos
En los jueves de personajes destacados, y enmarcado en la Semana de la Mujer, me es grato referirme a una escritora antofagastina.
Aida Santelices, desde siempre, va por la vida con su sonrisa, sus libros, sus proyectos y su eterno compromiso para colaborar en toda iniciativa literaria y cultural. Persona inquieta, que no escatima esfuerzos para sacar el mejor partido posible a sus horas: escribe y escribe lindo, dirige talleres de poesía y grupos de lectores, organiza eventos poéticos y sueña y no para de soñar. Vamos por parte:
Escribe para niños: El hermoso libro "Loa cuentos" (mayo 2010). "La olimpiada del viento y otros cuentos" (diciembre 2013), notable obra infantil, destacando la identidad, en que interactúan nuestro sol, el desierto, la escasa flora. Con atractivas ilustraciones, que acercan al pequeño lector a la palabra y al libro.
Escribe cuentos para distintos concursos. Y gana un tercer lugar, con el relato "Sangre y Cielo", en el Primer Concurso Literario dedicado a la donación voluntaria de Sangre.
En la Biblioteca Regional es entusiasta monitora de un grupo de lectura, con 25 personas, compartiendo su amor por las letras.
Por años ha dirigido el Círculo de Artes Manuel Durán Díaz, organizando talleres y difundiendo actividades literarias y culturales. En el período en que preparábamos el Centenario de Andrés Sabella, participaba cada viernes en las Tertulias Sabellianas, dando a conocer la creación literaria de los socios de su agrupación
Sus proyectos han tenido éxito. Ha editado el libro "Cuentos rescatados de la Pampa", de varios autores.
Ha organizado y liderado dos Encuentros de Norte Poesía, el Segundo, recientemente, en febrero 2016, ha reunido a 30 poetas y escritores del norte. Tres días de poesía, de trabajo incansable en talleres, lecturas, creación y amistad.
Aída, esta columna te destaca por tu incansable labor trabajando por la identidad nortina a través de la Literatura que, desde tu humildad, realizas en el silencio de los grandes personajes, que no necesitan ni premios ni aplausos…
María Canihuante