Josh Brolin: "Es todo un poco extremo, porque son los Coen"
CINE. El actor y el resto del elenco de "Hail, Caesar!", lo nuevo de los realizadores, hablan del viejo y el actual Hollywood.
La era dorada del antiguo Hollywood de los años 50 es retratado por los hermanos Ethan y Joel Coen en su más reciente película "Hail, Caesar!", estrenada fuera de competencia en el marco del Festival de Berlín, que concluye este domingo.
En la cinta George Clooney, un recurrente en la filmografía de los Coen, interpreta a Baird Whitlock, una estrella de películas épicas que es secuestrado por dos extras por encargo de un grupo de guionistas convertidos al comunismo, en una clara parodia a la caza de brujas que vivió la industria en plena guerra fría.
En ese contexto es convocado Eddie Mannix, personaje que de verdad existió y que era un productor y director ejecutivo de estudios de cine conocido por ser un hombre encargado de apagar incendios, rol que en jerga se conocía como "fixer".
Encarnado por el actor Josh Brolin, debe lidiar con el secuestro y el embarazo de la actriz DeeAnna Moran (Scarlett Johansson) y enfrentar a las columnistas de chismes Thora y Thessaly Thacker, interpretadas por Tilda Swinton.
"Todo podría ser real, quiero decir, es todo un poco extremo, porque son los Coen", dijo Brolin a Efe sobre la trama de la cinta.
Según el actor, en el Hollywood de los cincuenta "había mucho poder, muchas drogas, mucha prostitución, muchas cosas que podías esconder y que ahora no puedes".
"Pero también se hicieron grandes películas", matiza el actor, que agrega que el filme "en el fondo está pensado como un homenaje", en el que como es usual en el cine de los Coen, hay bastante de parodia.
Tilda Swinton, por su parte, aclara que a pesar de que la película está basada en personajes reales del antiguo Hollywood, los problemas con que deben lidiar sus personajes son bastante menos serios que los que enfrentaban los "fixers" de la edad dorada de la industria.
"En la realidad, la gente llamaba por la mañana diciendo 'maté a alguien anoche', y Eddie Mannix iba y lo arreglaba", dice.
"Era un negocio realmente muy sórdido, realmente nada bonito y totalmente controlado por el estudio. Te decían cuál iba a ser tu nombre, cuál iba a ser tu imagen", agrega.
Brolin concuerda y asegura que en ese entonces los actores eran "cultivados como plantas" por los estudios, mientras que "ahora no es así", pues "ahora es más independiente".