Jonathan Villella Coyán
"La ciudadanía no corre ningún riesgo al tomar agua de la llave". Esas fueron las palabras del gerente de Aguas Antofagasta, Fredy Zuleta, quien reaccionó al informe elaborado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) sobre la calidad del suministro en la capital regional.
El informe estableció que, de acuerdo a mediciones realizadas en noviembre de 2015, la sanitaria de cinco parámetros medidos, sólo en uno logró 100% (bacteriológico), mientras los otros cuatro oscilaron entre 84,4% y 99,9%.
Fredy Zuleta reconoció que, producto de algunos casos puntuales en la red durante noviembre, los valores del hierro en el agua se vieron afectados.
ARsénico
Además comentó que en la actualidad, todos los agentes dentro del agua potable (hierro, cloro, arsénico y otros) están "muy por debajo de la norma del país, por lo que su consumo, no significa ningún riesgo".
"En el caso del arsénico, la norma del país, tiene un límite de 10 partes por billón. En Aguas Antofagasta el producto que viene de la cordillera, siempre ha estado por debajo de ese límite. De hecho ni siquiera muy cerca. Estamos con 5 o 6 partes por millón. Muy por debajo de la norma desde hace muchos años, incluso antes de que la norma fuera de 10", sostuvo el ejecutivo.
Respecto del cloro residual en el agua, comentó que los valores permitidos van de 0,02 a 2.0 mg/l, lo que permite además que el agua que sale de la planta y tiene que atravesar 1.700 kilómetros para llegar a la última casa en la ciudad, "esté libre de bacterias".
En cuanto al valor "cero" que obtuvo la medición del arsénico en el agua potable en Antofagasta durante el 2014, Zuleta comentó que puede haber pasado por dos razones.
La primera tiene que ver con el lugar donde la SISS haya hecho la medición del agua, probablemente en este caso, del agua proveniente de las desalinizadoras, que no tienen ninguna parte de arsénico o porque las mediciones se hayan realizado de las aguas provenientes de la cordillera, que "traen muy pocos niveles del elemento".
Sin embargo, quienes siguen preocupados por el informe de la SISS es el Colegio Médico de Antofagasta, que hizo un llamado a las autoridades pertinentes para pronunciarse al respecto y exigen a la sanitaria transparentar los orígenes del suministro hídrico por sectores dentro de la ciudad.
Desalada
De esta manera, el gremio quiere que la comunidad sepa cuántas personas beben agua desalada, cuántas agua es de la cordillera y cuánta agua es mixta para determinar su calidad.
El presidente regional de los médicos, Aliro Bolados, precisó "queremos pedir a los parlamentarios de la zona que fiscalicen y legislen con toda la agilidad posible, para que los habitantes de Antofagasta, nunca más se vean afectados por la ingesta de arsénico en el agua potable, como ocurrió entre 1958 y 1970".
El profesional precisó que "es urgente que estos procesos se fiscalicen siempre y no sólo cuando la SISS realiza un informe al respecto".