El súper ciclo del cobre concentró en la Región los mayores productores y proveedores de la minería mundial con los sueldos más altos de Chile. La existencia de un sector privado potente, en cualquier lugar del mundo es un factor suficiente para lograr desarrollo inmobiliario y territorial. ¿Por qué nuestros barrios industriales no tienen condiciones de habitabilidad, no cuentan con agua potable, alcantarillado, contaminados…? ¿Por qué en el borde costero se levantan viviendas provisorias, destruyendo el paisaje? ¿Por qué nuestros cerros ahora, se forran de tomas ilegales? ¿Por qué el deterioro urbano, la suburbanización y la especulación del suelo son protagónicos en Antofagasta?
Porque somos el resultado de una institucionalidad territorial singular. Nuestro territorio es ganado en guerra, más del 75% del suelo es del Estado, lo administra el Ministerio de Bienes Nacionales (BBNN), que no se relaciona con la planificación, con el tema ciudad, ni el económico. En el resto del país donde la propiedad del suelo está en manos del sector privado, su función se limita a manejar el Registro de las Propiedades del Estado, lográndose con una sola persona de planta, en nuestra Región se agrega la administración del suelo, con personal a honorarios y a contrata, sin responsabilidades administrativas.
El gran error del Estado con la Región, es "ver al suelo fiscal solo como un recurso para generar fondos al aparato público", cada venta aporta 65% a los FNDR, 10% para gastos BB. NN. y 25% al erario fiscal.
Para generar dinero rápido, el suelo se vende a los propios usuarios, negando el rol que tiene la actividad inmobiliaria y los sistemas financieros, que han democratizado el acceso a la propiedad y a la alta inversión, causando subinversión y deterioro.
El suelo fiscal con "gestión", es el más importante instrumento de desarrollo territorial, por tener el Estado el monopolio en la planificación territorial, desarrollar políticas públicas territoriales multisectoriales, incentivar la inversión privada, sumar inversión pública de corto y largo plazo, estas razones y otras hacen necesario que el suelo sean administrados por los propios Municipios y el Gobierno Regional.
¡Basta de institucionalidad de territorio ocupado!
Emile Ugarte
Arquitecto