Las señales del primer mes de 2016 no son favorables para la Segunda Región, debido al arrastre de malos indicadores producto del desplome paulatino del cobre, que hacen pensar en un año con nuevas medidas de ajustes y para contener costos, sobre todo en la minería.
Ya el indicador de desempleo del INE para el trimestre móvil octubre-diciembre entregó cifras preocupantes. Así, el 6,3% de la fuerza laboral de la Región de Antofagasta no tiene trabajo, por sobre el promedio nacional que llegó a 5,8%, de acuerdo al análisis del organismo.
Otro dato expectante. Calama registra un desempleo de 9,1%, mientras que en la comuna de Antofagasta llega a 5,4%, lo que evidencia la sostenida pérdida de empleos en la minería, que golpea con dureza a las comunas productoras.
También el INE entregó otro análisis no menos preocupante. Las exportaciones regionales cayeron en 30,2% durante noviembre y el valor de los envíos al exterior en este periodo alcanzó los US$1.425 millones, acumulando una baja del 15,7%. Esto representa el segundo mes con los retornos más bajos por exportaciones de 2015 detrás de octubre con U$1.336,8.
Los expertos siguen manteniendo sus proyecciones y este escenario por la baja del cobre seguirá por lo menos hasta fines de 2016 o principios de 2017. Ahora todo depende del gigante importador de commodities, China, ya que cualquier reactivación en su economía, necesariamente significará más demanda de cobre en los mercados internacionales de metales.
Sin embargo las declaraciones del Ceo de Antofagasta plc entregó otra arista a considerar en el tema minero: si sigue bajando el precio del cobre la crisis será más corta, porque sólo competirán en el mercado aquellas empresas que regulen sus costos, lo que entregará estabilidad de precios.
Las apuestas en todo caso pasan porque la minería seguirá como un sector productivo sólido, aunque parece inevitable a estas altura una segunda 'ola de ajustes' en el mediano y corto plazo.