Leyenda: la profesión de la violencia
Este es un filme intenso, potente y con un trabajo actoral brillante a cargo del actor Tom Hardy ('El renacido'), que protagoniza doblemente la película "Legend", dirigida por Brian Helgeland, dando vida a dos criminales gemelos de afamada reputación dentro de la historia criminal de Londres.
Este trabajo de doble interpretación remite a esa otra experiencia memorable realizada por Jeremy Irons en el filme 'Mortalmente parecidos' (1988).
Se trata de la biografía de los hermanos Kray, Ronnie y Reggie, quienes parten como boxeadores, asumen pronto el comercio de clubes y casinos y terminan siendo dos peligrosos gangsters que controlaron durante años la ciudad de Londres. Mientras Ronnie es un auténtico psicópata, Reggie intenta por armar una familia y brillar en un ambiente peligroso y siempre nocturno.
Esta historia real es la que cuenta 'Leyenda: la profesión de la violencia' (2015) que, en clave de comedia negra -muy negra- y asumiendo la estética de los filmes de gangsters de los años 40, intenta seguir el destino de estos gemelos que carecen de límites y que pronto se convertirán en los sujetos más buscados por Scotland Yard.
Desde luego que todo el peso dramático de la película recae en el excelente actor Tom Hardy, protagonista absoluto de este filme donde no solo actúa consigo mismo, sino que matiza las características físicas y psicológicas de los hermanos Kray de modo impecable. Su actuación es un verdadero tour de force que alcanza secuencias memorables, como el asesinato que comete Reggie durante una fiesta, que debe estar entre los fragmentos más intensos del cine contemporáneo.
El director Brian Helgeland revela su talento en el guión que parte con un muy curioso pie forzado: la película es contada por Frances, la esposa de 23 años de Reggie, incluso hasta más allá de su muerte, un detalle que de algún modo nos recuerda esa obra maestra del cine 'Sunset Boulevard' que también era narrada por un muerto.
Con una puesta en escena impecable, que sabe captar modas, costumbres y canciones de los años 50 y 60, el realizador supo conferir a este filme una cuota de violencia y de comedia negra por partes iguales, lo que implica que los espectadores tan pronto se sobresalten como se diviertan con la existencia tan increíble que efectivamente tuvieron estos dos hermanos.
Porque 'Leyenda: la profesión de la violencia' muestra, además, los sucios juegos de la corrupción, el poder que tuvieron los criminales sobre los políticos de su época y la manera en que sus existencias dejaron huella en una sociedad en plenas transformaciones y donde ellos eran una especie de estrellas de una farándula criminal inusual.
De este modo, todo lo vivido por los Kray -estadas en la cárcel, fiestas privadas rodeadas de famosos, su paso por programas de televisión, la manera en que cada uno fue intenta armar sus obsesiones- queda resumido de manera más que inteligente en cerca de dos horas y medio de metraje que se pasa volando.
Con un material como éste, que es la radiografía de la sociedad británica de los 60 y 70, la película nos trae a la memoria el cine de Martin Scorsese, en especial el de 'Casino' y 'Buenos Muchachos', sobre todo por la manera en que la influencia de la madre de los gemelos tuvo gran responsabilidad en lo que ellos fueron y lel triste sino de la esposa de Reggie, van pauteando el otro extremo de la vida de los criminales… todo ello fue poco a poco convirtiendo a los hermanos Kray en auténticos iconos.
Hay detalles que el director dejó de lado, tal vez por presiones de los productores o por querer que su filme alcanzara el visado de la crítica: no se incluye la vida sexual que los hermanos mantuvieron, incluso entre ellos, y que está registrado en el libro sobre el cual se basa el filme y de alguna manera -salvo dos escenas impactantes- se echa de menos la locura y el descalabro de drogas que mantuvieron. Pero aun con este "recorte", esta película es un estreno imperdible en nuestra cartelera, casi siempre sometida a los títulos provenientes de Hollywood.
Donde la película alcanza su absoluta grandeza es en el trabajo de Tom Hardy, como protagonista, que realmente asombra al interpretar a los dos hermanos: uno, un tipo apuesto, seductor y encantador; el otro, un extraño psicópata, cuyos alardes de grandeza, locura y violencia iban a la par con el extraño placer por revelar a cada instante su orientación sexual y querer dominar un imperio criminal a la vez que llevar a cabo una misión humanitaria en Nigeria.
Es probable que tenga altos y bajos, es cierto. Pero se trata de una fascinante película que sobrecoge y encandila por partes iguales. Gran estreno.
Periodista, escritor y académico UA
Víctor Bórquez N.