El trágico y lamentable deceso del filántropo estadounidense Douglas Tompkins, ha calado profundamente, no tan solo en la zona donde desarrollaba su labor de protección de la naturaleza sino, además, en el país entero. Tompkins fue un exitoso empresario que hizo una cuantiosa fortuna con las marcas North Face y Espirit, para posteriormente cambiar su switch e involucrase con el movimiento de la ecología profunda, eligiendo a nuestro país como centro de operaciones.
Por su parte Leonardo Farkas, luego de incursionar en una diversidad de empleos en EE.UU., incluido el de hombre orquesta, contrae matrimonio con una heredera de una cadena hotelera americana y retorna al país a manejar ciertos intereses mineros que tenía su padre, los cuales reflota, incrementa y logra obtener un éxito empresarial relevante.
Ahora bien ¿qué tienen de común estos dos empresarios? Lo que los une es que respecto de los millonarios locales, son absolutamente atípicos. Por un lado Tompkins, en vez de explotar y depredar tierras y bosques nativos, los resguarda para las futuras generaciones, mientras que Farkas sorprende a la fronda acaudalada local, con gestos nunca antes vistos en apoyo de una variedad de causas solidarias, deportivas, sociales, etc. Ambos empresarios, de una u otra forma por sus opiniones, posiciones y actuaciones filantrópicas, encontraron, tanto en sectores políticos, comunidades y, sobre todo, en las fortunas locales desprecio, rechazo y desaprobación cerrada.
En contraposición a la actuación de los señalados personajes, al observar las 12 mayores fortunas de Chile, según Forbes, veremos que en ella, todos los apellidos de la lista, sin excepción, han sido vinculados y/o sancionados ya sea por uso de información privilegiada, por colusión o están siendo investigados por financiamiento irregular de la política.
O sea la mayoría de los millonarios locales del listado tiene un tremendo tejado de vidrio y no son ejemplos morales ni éticos para nadie, con salvedad para quienes el dinero o el poder es su valor más importante. Sus acciones demuestran con meridiana claridad que su leiv motiv es acrecentar su riqueza a toda costa, sin importarles las necesidades de los menos afortunados, posición muy alineada con mantener la desigualdad que existe en el país.
Carlos Tarragó
Presidente Proa Antofagasta