Tamara Miranda Varela
La Región de Antofagasta quedó por debajo del promedio nacional de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) con tres puntos menos. Esto, según el informe final entregado por el Ministerio de Educación.
En detalle, el ponderado nacional fue de 492 puntos mientras que en Antofagasta fue de 489 puntos. Sin embargo, al igual que otros años, lo que más preocupa son las brechas entre los particulares pagados, subvencionados y municipales. Todos ellos obtuvieron un promedio de 446, 519 y 557, respectivamente.
Brechas
Según el informe, en el 2015 el sector municipal mostró un aumento de un punto pero pese a ello, este año hubo un incremento en brecha con el sector particular subvencionado de cinco puntos y se mantuvo con los particulares pagados.
Jorge Tapia, director del Liceo Andrés Sabella, plantel que obtuvo un promedio de 506 puntos, sostuvo que en todas las cifras se muestra un retroceso en los alumnos.
Y es que entre 2010 y 2011 la educación pagada tenía un promedio sobre 600 puntos y en 2016 sólo alcanzó los 557 (menos 43 puntos). En cuanto a la particular subvencionada en el 2008 tenía un ponderado de 521 y hoy está en 519 (menos 2 puntos). En la municipal, en tanto, tuvo un retroceso de 18 puntos en relación a años anteriores.
"Es innegable y conocido que, con cifras y estadística en mano, los resultados nacionales de todos los estratos fueron bajos, más bien con retrocesos. Además, con menos estudiantes en puntajes nacionales y regionales", dijo el doctor en Educación.
También comentó que la brecha no es entre un tipo de educación y otra, sino en relación a los estratos socioeconómicos y educacionales.
Medición
El director del Liceo de Hombres "Mario Bahamonde Silva", Boris García, argumentó que estos resultados reflejan solamente una medición pero no el esfuerzo que hacen las instituciones de la CMDS en aportar a la educación.
En el caso del Liceo de hombres, contó García, hay un 70% de vulnerabilidad y el 40% de matrícula es de alumnos extranjeros y se le mide de igual forma que otros liceos de más baja vulnerabilidad y con menor cantidad de alumnos extranjeros. "Esto es un piso que debemos superar este año", precisó.
Asimismo dijo que es muy difícil superar las brechas, ya que los niveles de vulnerabilidad son muy marcados entre los establecimientos municipales y los subvencionados o particulares. "Esto sin considerar que la mayoría de los alumnos particulares subvencionado y pagados se matriculan con mayor facilidad en los preuniversitarios de mayor calidad y por ende más caros", comentó.
Por su parte, Marco Riquelme, sostenedor del colegio Giant School y presidente regional de la Corporación de Colegios Particulares Subvencionados (Conacep), precisó que los resultados están estancados y eso ocurre porque está mal formulado el sistema educacional.
"Es preocupante que el promedio nacional y regional esté bajo los 500 puntos. Faltan políticas educacionales, actualmente el sistema está tensionado por reformas que no ponen énfasis al trabajo en el aula. Necesitamos mejor formación de profesores, eso es fundamental", agregó.
Otra de las aristas que tocó el presidente de la Conacep es la falta de profesores especialistas, lo que complica aún más el trabajo en las aulas, sobre todo en los cuartos medios. "Si no tenemos buenos profesores es difícil poder superarnos", señaló Riquelme.
Profesores
Para Marco Riquelme, las brechas no van a mejorar porque el diagnóstico está mal hecho. "El camino es potenciar el aula. No sacamos nada con hacer cambios por encima. Hay que apuntar al fortalecimiento de las salas y sus alumnos", indicó.
Una mirada más crítica es que la tiene la seremi de Educación, Jacqueline Barraza, quien reconoció que desde hace más de una década la educación en la región no está dando los resultados esperados.
Para mejorar ello, sostuvo, hay que identificar los nudos críticos a partir de la información disponible, reflexionar en conjunto los datos y tomar decisiones.
"Una pieza clave del problema es la formación docente. De los más de 6.400 profesores que tenemos en la región, alrededor de 1.000 no tienen título profesional y están ejerciendo la docencia en carácter de habilitados para ello", comentó.
Compromiso
Finalmente agregó también existe una falta de compromiso de la familia con el proceso educativo de sus hijos, pues desde su punto de vista, la formación de los hábitos de estudio y la responsabilidad es una tarea compartida que se genera desde la más temprana infancia.
"Conozco padres que jamás se dan el tiempo para contarles un cuento a sus hijos, y tampoco les preguntan cómo se sienten en su colegio, qué les están enseñando en la escuela…en fin, desconocen por completo lo que les está ocurriendo en un ámbito tan relevante para la vida de un ser humano, como es la educación", dijo.