Novela sepultada
En 1903, la imprenta El Pueblo, Serrano 83, Iquique, edita la novela "Tarapaca". El subtítulo señala: "Novela socialista por Juanito Zola".
Sus editores son Osvaldo López y Nicanor Polo. En la página que sigue dice: "Novela local, debido a la pluma del escritor don Juanito Zola".
El seudónimo no es gratuito, dado que hay un fuerte influjo del francés Emile Zola, quien desarrolló un estilo llamado naturalista, marcado por descripciones crudas de la realidad, por sórdidas y duras que éstas puedan ser. Tiene 479 páginas. Estos datos parecen, a primera vista ociosos.
Sin embargo, no lo son, por cuanto, esta novela tiene el rótulo de maldita. Prohibida en su tiempo y, posteriormente, quemada por su notorio contenido anticlerical y anti-salitrero, se conserva un solo ejemplar en la Biblioteca Nacional. Para la historia social y cultural de Iquique y del Norte Grande, Tarapacá, constituye un olvido imperdonable, no tanto por su calidad literaria que puede ser cuestionada, pero sí, por su carácter testimonial, en tanto recrea el Iquique y la pampa del 1900.
"Tarapacá", si no se demuestra lo contrario, es la primera novela editada en Iquique y, cuya trama se desarrolla entre el puerto y la pampa. Y escrita desde la posición de un narrador preocupado de la emancipación del proletariado. El primer análisis de la novela "Tarapacá" se debe al investigador iquiqueño Pedro Bravo Elizondo. Del por qué esta novela sepultada por mucho tiempo en el olvido se debe a que "Tarapacá", provocó escozor en la burguesía iquiqueña al igual que "Casa Grande" en todo el país (1908) de Orrego Luco, no por el tema obrero, sino por los comentarios íntimos de la alta burguesía. Ésta adquirió la edición, sepultando la novela en el olvido.
El dinero proveniente del salitre lo podía todo, menos eliminar la escritura o pretender ocultar una época que encontraría su expresión en obras como "Canto de venganza" más conocida como "Canto a la Pampa", del obreranarquista Francisco Pezoa: "Canto a la pampa, mi tierra tiste…".
Bernardo Guerrero J.