"El gobierno no ha sintonizado con las aspiraciones de la clase media".
Andrés Velasco
Líder del Movimiento "Ciudadanos" y exministro de Bachelet
"De ningún modo nosotros podríamos cruzarnos de brazos y guardar este informe".
Jaime Araya G.
Concejal ante eventual acusación contra alcaldesa Karen Rojo
Hay un tema que hace tiempo anda dando vuelta entre los antofagastinos, y con justa razón. Las cifras de homicidios presentan una notoria alza en el último tiempo y el año pasado rozaron los 30 casos, aunque hay diferentes estadísticas dependiendo de cada organismo (PDI, Fiscalía y Defensoría, entre otros).
De hecho, este último punto no hace más que desnudar una situación grave sobre estos distintos indicadores, hecho que demuestra que no hay criterios comunes para un tema que debiera ser prioritario y que genera una evidente sensación de inseguridad en la población.
Números más o menos, lo que sí nadie puede desconocer es que los crímenes presentaron durante el 2015 un fuerte incremento en relación a otros años. Esta tendencia sigue durante las tres primeras semanas de 2016: el 1 de enero se registraron dos asesinatos, la semana pasada otro y el último tiene como víctima a un ciudadano colombiano. Es decir, un homicidio casi cada cuatro días en Antofagasta.
¿Qué está pasando en la ciudad? Estamos más violentos? ¿Hay alguna causa que explique este aumento de homicidios? ¿Es algo propio de una urbe intercultural y que alberga a 400 mil personas? Muchas preguntas sobre un mismo punto, pero con muy pocas respuestas.
La mayoría de las veces el móvil de los asesinatos corresponde a situaciones al interior de los hogares asociadas al consumo de alcohol y drogas, además de afectar como víctimas o victimarios a un importante número de extranjeros. La tesis de las autoridades y las policías es que estos hechos no tienen relación con carteles o grupos organizados.
Sin embargo, el fiscal Juan Castro Bekios entregó señales claras de que esto no es causalidad y que responde a un nuevo tipo de criminalidad, o al menos desconocida, que tiene directa relación con el aumento de estas muertes en los últimos meses.
Todas estas interrogantes permiten un sano ejercicio para saber qué está pasando en Antofagasta. Por ningún motivo los crímenes pueden transformarse en algo normal o cotidiano. Si es así, estamos en problemas.
Dos conocidos antofagastinos murieron en las líneas de batalla de Francia, en defensa de su patria, Inglaterra, en la Gran Guerra.
Los decesos de Gordon Hilian y Sydney Smith provocaron impacto y pesar en la comunidad, especialmente en la colectividad británica residente en la ciudad.
A principios de febrero en el puerto, comenzará la instalación de una maestranza proyectada desde hace bastante tiempo. Así lo informó Luis Gaete Vega, administrador de este servicio en Antofagasta. Las primeras obras contemplan la nivelación del terreno y después el armado de las tres secciones de la maestranza.
Los antofagastinos están endeudados hasta cinco veces su sueldo, es decir, en un monto cercano a los 2 millones 300 mil pesos, según estimó la Cámara de Comercio local. Este monto coincide con la realidad nacional, aunque el Banco Central proyectó que la deuda de cada chileno llegará a los $2,7 millones en los próximos 7 meses.
Una histórica convocatoria se realizó en el Auditorio Municipal. El Sr. Carlos Cantero dio riendas a sus ebulliciones intelectuales y espirituales reuniendo al Arzobispo, al Gran Maestro de la Logia Chilena y al Dr. Nello Gargiulo de la Fundación Cardenal Henríquez, pero el poderoso imán del simposio fue analizar las profundas orientaciones de la Carta del Papa Francisco, "Cuidemos nuestra Casa Común".
Las graves crisis ecosociales imperantes amenazan la sustentabilidad del planeta. Sus múltiples depredaciones, el calentamiento global, una humanidad enceguecida de su poder se estaría abortando a sí misma. Ya no bastan las estrategias por disminuir los gases, el CO2, etc. Urge humanizar valóricamente nuestras existencias.
Carlos Cantero desnudó el sistema económico excluyente, que optó por la subsidiaridad y no por la solidaridad. Que si bien somos hijos de la tierra, pero no sus propietarios, que nos consume el consumo y la corrupción.
Monseñor Pablo Lizama se ciñó al primer y segundo capítulos: Todo está interconectado, todo afecta al todo, las criaturas y sus evoluciones provienen de la infinita bondad y belleza de Dios.
Mientras Luis Riveros desentrañó la fraternidad. Forjar la cultura de encuentros y el diálogo. Rescatar la educación como instancia formadora. Se definió como hombre de razón pero, con fe en el hombre. El Dr. Nello apuntó a restituir el sentido por el bien común, restituir el don de la gratuidad, fuente de libertad y solidaridad. La intervención del Colegio Médico espetó la irresponsabilidad gubernamental de comprender los magros resultados de las investigaciones sobre las contaminaciones que nos envuelven. El Dr. Madrigal en intervención personal aludió al cluster del cáncer.
Este histórico simposio, sublimemente enjundioso, escuchó a quienes pudieron aportar de los asistentes. Considero que este evento no pase al reino de la nostalgia, sino ser coherente al llamado del Papa Francisco que nos impele a crear nuevos paradigmas de la vida, del ser humano, de la sociedad, de nuestro enraizado vínculo con la naturaleza. El cantante Roberto Carlos hizo época con su canción: "yo quisiera ser civilizado como los animales, no estoy contra el progreso si viene de un buen consenso".
Pedro Aranda Astudillo
Académico universitario