Joaquín y Emilia cuentan lo bueno y malo de tener un nombre 'pop'
SOCIEDAD. Registro Civil dio a conocer los más inscritos en el país y la región.
Por segundo año consecutivo Sofía y Agustín encabezan las listas de los nombres más populares, de acuerdo a la información entregada por el Registro Civil.
Durante 2015 se registraron 260.424 inscripciones de nombres, 132.614 niñas y 127.810 varones.
En el cuarto lugar del ranking de las mujeres está Florencia. Precisamente en Antofagasta hace siete meses nació una pequeña con este nombre, hija de Carolina Quezada (29) y Rolando Morales (39).
"Fue un nombre que escuché hace un tiempo atrás y me encantó. Y cuando quedé embarazada, yo creo que fue intuición, pero la llamé Florencia, sin saber si sería niña", reveló Carolina sobre su hija, cuyo nombre se replicó 94 veces en Antofagasta el año pasado.
Según la madre, es esencial que el nombre de un hijo, independiente del significado para los papás, no debe ser una carga para él. "Es decir que no se preste para que lo molesten en el futuro", dijo Quezada.
Martín Meneses Salinas tiene 28, es chofer, vive en Mejillones y relató que "antes me gustaba mi nombre, porque era original, ahora todos los cabros chicos se llaman Martín".
Por eso puede jactarse que tuvo una infancia con un nombre que lo hacía sentir especial, a diferencia de hoy, que es el quinto nombre más popular del país. "Creo que eso es parte de lo que nos pasa siempre a los chilenos, el copiar, copiar todo. Se usa harto eso, que a alguien se le ocurrió que era popular un nombre porque alguien de la televisión se llama Martín, y así se empieza a masificar", criticó Meneses.
Importancia
Los fenómenos de las teleseries turcas y su impacto en la audiencia, también tuvieron efectos en la Segunda Región, ya que nacieron dos Ibrahim, un Boran y un Mustafá el año pasado.
Para el jefe de carrera de Psicología de la UCN, Roberto Stolzenbach, el nombre es más que una etiqueta o una cuestión de gusto en las personas, pues tienen un aspecto de identidad y van ligados a un estereotipo. Por ejemplo: Sofía se asocia a la realeza.
"Entonces las personas tienden a usar los nombres en boga para llamar a sus hijos. De alguna manera también algunos proyectan cierto estatus, y no sólo el nombre, también el apellido", dijo Stolzenbach. En este caso Joaquín y Benjamín son nombres asociados a sectores medios-altos.
¿Afecta a los niños tener más gente con su nombre en su entorno, no se sienten únicos? "Más que no sentirse único, el problema es cuando hay muchas personas con el mismo nombre en un curso, y que un Agustín no se porte bien y genere un efecto halo en que todos los Agustines son traviesos", aclaró el psicólogo.
En relación a que los niños tengan un nombre del que se puedan burlar sus pares, Stolzenbach dijo que "buscamos ser parte de un grupo y queremos que nos aprecien, y si tenemos un nombre que, de alguna manera, nos hace víctimas de burlas constantes, obviamente nuestra autoestima y la forma de entender las vinculaciones con el entorno se va a afectar".
El fenómeno de la Copa América también trajo efecto para la Segunda Región, ya que en 2015 nacieron 14 Alexis y cinco Lionel.