Hasta la vista querido maestro
Comentarista deportivo
Domingo de descanso, fue el que esperó Antonio Obilinovic Arrate, para quienes fuimos sus amigos, el Tonko, para dejarnos.
Sentimientos encontrados, queríamos que siguiera con nosotros, pero sin sufrir, por eso al momento de fallecer sólo queda resignarnos porque pasó a una mejor vida.
Ya se encontrará con su gran amigo, Homero Ávila.
Fui ''alumno'' de ambos, cuando me iniciaba en la radiotelefonía deportiva. Con don Homero en la Nacional de Chile y con Tonko en Láser FM.
El Tonko, querido y recordado por muchos de sus alumnos en el Liceo de Hombres Nro. 1, donde fue profesor de Historia, luego de haberse recibido en la Universidad de Chile en Santiago, casa de estudios superiores que defendió en su equipo de basquetbol.
En 1970, en un desgraciado accidente automovilístico, mientras se trasladaba a Calama, para cubrir un partido amistoso de Cobreloa con Colo Colo, le significó quedar en silla de ruedas.
Pero dio muestras de gran temperamento y salió siempre adelante. Muchos lo recordarán porque se ubicaba en el medio de la pista central del Calvo y Bascuñán para deleitarnos con sus sabios comentarios.
Fueron muchas casas radiales que lo acogieron: La Portada, Minería, Cooperativa, Láser, Máxima, Centro, Actual, entre otras. También El Mercurio de Antofagasta y Telenorte, marcando todo un hito al ser el comentarista central de la primera transmisión en vivo de la Copa Davis allá por 1986 junto a Acori, Serrano, Cisternas y el suscrito.
Fue distinguido por el Círculo de Periodistas Deportivos de Chile con el máximo galardón, el premio Isidro Corvinos.
Emplazo a las autoridades de nuestra ciudad a que el mínimo reconocimiento que se le debe hacer, es que una calle de nuestra querida Antofagasta, lleve su nombre.
Alumnos, apoderados, auditores, televidentes, compañeros y amigos espero estén de acuerdo.
Hasta la próxima transmisión, querido Tonko.
Bernardo
Rodríguez