Navidad pampina
Asistidos por símbolos de nobles augurios, los miembros de la Comunidad Gen celebraron el comienzo de sus tareas en el terreno que los cobijará en el corazón mismo de la pampa, en la ex - Estación "Uribe". La Comunidad Gen no es una agrupación de iniciación secreta, sino una hermosa utopía en marcha: ansía levantar sobre una extensión de 30 hectáreas "una sociedad integral", donde se viva en ritmo "humano y cristiano", trabajando la tierra, fertilizándola en obras y probando que el desierto puede florecer, si la voluntad del hombre es de paz creadora.
Nos interesó el proyecto, porque somos utopistas, de corazón, viejos fieles a los sueños de Santo Tomás More y otros "santos" sociales, como el Conde de Saint-Simon, Owen y Fourier, empeñados en construir sociedades ideales regidas por la ley de una sincera y activa fraternidad. Concurrimos el domingo 22, a mediodía, a la Navidad Pampina de Gen. Coincidió con el solsticio de verano: el sol echó su luz encima de esta bella ensoñación que, de lograrse, como lo esperamos, dará a nuestra zona la honra de contar con la primera utopía vuelta realidad, en nuestro América.
Hablamos en mitad de la Pampa, junto a la piedra y arena, bajo el intenso sol, frente a los horizontes de silencio que nos rodeaban., convencidos que ahí nacía una lección que debiera aprenderse, para júbilo de los hombres y para vigor de futuro de sus hijos. Entre los planes de los miembros de la Comunidad Gen está el proponer innovaciones que hagan más grata la vida, poniendo el talento del hombre al servicio de la comunidad.
Gen es Gente. Y lo que se pretende, es gente con capacidad de humanidad para asegurar un porvenir de hermandad poderosa. Miguel de Unamuno habló que las utopías eran la sal de la vida. Con salitre se abona ésta que nos toca y en la Navidad Pampina que la festejó, el sol calichero bendijo estos sueños, surgidos en la tierra de tantos soñadores ilustre, como Juan López y José Santos Ossa, vencedores del páramo.
Andrés Sabella, 27.12.1985