Marchas alrededor del mundo recordaron esta semana el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Se trata de una iniciativa internacional impulsada por la Organización de Naciones Unidas.
Este año, la conmemoración considera la campaña "16 días de activismo contra la violencia de género", que se extenderá hasta el 10 de diciembre, partiendo con la No Violencia contra la mujer, y concluyendo con el Día de los derechos Humanos, el 10 de diciembre.
El "Día Naranja" se encargó de entregar un color y otro. Pintar el mundo de ese color fue también uno de los llamados que se hizo desde la ONU para luchar contra la violencia contra mujeres y niñas.
Y es que el combate contra los ataques que sufre la mujer en nuestra sociedad hoy, tiene un amplio espectro. La sociedad ha ido advirtiendo nuevas formas de violencia, la que hoy no sólo se restringe a lo físico, lo sicológico o lo sexual.
Los estereotipos largamente acuñados y difíciles de erradicar, han creado también nuevas formas de violencia, basados en la indiferencia, la discriminación y postergación. Se trata de lastres que se han ido enquistando en nuestra sociedad, muchas veces, inocentemente validados por una cultura dominada por el machismo.
La violencia económica, el hostigamiento en los espacios públicos a través de "piropos" sexistas, el acoso y condicionamiento laboral con raíces de género, son formas de violentar a las mujeres, violencia que tiene su más lamentable extremo en los femicidios.
En Chile, a la fecha han muerto 38 mujeres víctimas de sus parejas, en hechos relacionados con la violencia contra la mujer que hoy se busca erradicar. Es triste apreciar que la tendencia muestra que este año, podrían registrarse más casos que los que ocurrieron en 2014.
Conmemoraciones como la de este miércoles, la que se busca extender con un sentido especial hasta diciembre, cuando se reconozca el Día de los derechos Humanos, son sólo uno de los múltiples esfuerzos que como sociedad podemos hacer, para erradicar la violencia que hoy afecta al género.