Recién hace unos días fue conmemorado el Día Internacional de la Diabetes, iniciativa que se creó en 1991 para aumentar el conocimiento sobre la enfermedad. Es una oportunidad para dirigir la atención hacia las causas, los síntomas, las complicaciones y el tratamiento de esta afección, que aumenta en todo el mundo.
El Día Mundial de la Diabetes se conmemora cada año el 14 de noviembre, en recuerdo de Frederick Banting y Charles Best, quienes realizaron las investigaciones que les conduciría al descubrimiento de la insulina, en 1921. Mientras muchos eventos se desarrollan durante o alrededor de este día, la campaña se desarrolla a lo largo de todo el año.
La prevalencia de esta enfermedad aumentó en Chile de 6,3% a 9,4% entre 2003 y 2010, según la Encuesta Nacional de Salud, cifra que podría llegar al 12% en la actualidad. Interesante es mencionar que según la misma encuesta, el 78,5% de las personas con diabetes conoce su diagnóstico, pero solo el 34,3% de ellos la tiene controlada.
Si a eso se suma un estudio realizado por la empresa Sodexo a 9 mil individuos, en el que se establece que solo un 9,2% tiene una alimentación saludable, se vuelve inminente un cambio de conciencia, para fomentar la educación y el autocuidado, con el propósito de que las personas mejoren su salud y su calidad de vida al adquirir estilos de vida y hábitos saludables.
Se calcula que el 30% de los adultos tiene antecedentes de algún familiar con diabetes o glicemia alta, a lo que se suma que el 67% de la población tiene exceso de peso y el 87% es sedentario, cifras que son un llamado a tomar conciencia, puesto que un número importante de individuos ha puesto en riesgo su salud, por el exceso de peso y el estilo de vida.
La mala nutrición ocupa un lugar protagónico al evaluar el estilo de vida que llevan las personas en Chile, siendo uno de los factores de riesgo que potencia el desarrollo de esta enfermedad. No hay que olvidar que la diabetes es irreversible, por lo que es fundamental tomar las medidas necesarias antes de enfermar o para mantenerla a raya y prevenir sus complicaciones.