El espectáculo que no arruga
Rafael Torres DT Selección Norte de Chile
Está en desarrollo la VIII Copa del Mundo de Rugby, que se juega cada 4 años desde 1987, hoy en Inglaterra y Gales. De las 20 selecciones que la iniciaron, quedan 8 en cuartos de final: 3 del hemisferio sur y 5 del norte. El certamen nos ofrece muchas sorpresas. Inglaterra, el anfitrión, por ejemplo, uno de los grandes candidatos, fue eliminada en primera ronda. Japón sorprendió tras vencer a Sudáfrica, con orden y temple.
Tras el clasificatorio, Francia da un juego muy lejos del característico "rugby champaña", que lo identificó por años, hoy más que nunca en condiciones de aspirar a la corona
Nueva Zelanda y Australia reafirman su poderío dando clases de cómo hacer perfectamente las cosas simples de este juego, que parece complicado, pero no es otra cosa que avanzar con la pelota, donde las técnicas y las destrezas son el papel más protagónico. No sería sorpresa para el mundo que estos equipos obtengan un título más a los ya ganados.
Irlanda es un equipo a imitar por su gran disciplina táctica. Se muestra como gran candidato, ya que fue el campeón de las dos últimas ediciones del Seis Naciones de Europa.
Escocia y Gales no sorprenden con su chapa de aspirantes. Están intactos para mostrar lo suyo, pero el "Dragón Galés" está un paso adelante con su fuego sagrado y propuesta que sorprende a propios y extraños, pero que hace tiempo no transforma en título.
Sudáfrica, luego de la inesperada derrota ante Japón, busca ordenar el poderío que siempre la caracterizó. Uso de su potencia individual al servicio del juego, sello que la distingue. Por eso, para nadie sería novedad que vuelva al podio.
Argentina no sorprende en sus opciones, busca y consigue, dando su primeros pasos en el profesionalismo. Obtiene momentos de alto vuelo en su juego ofensivo, y sigue intacto en la entrega defensiva. Sus triunfos ante Australia, en 2014, y Sudáfrica, en las ediciones del Cuatro Naciones del Hemisferio Sur, 2014-15, respectivamente, lo muestra con posibilidades.
No es fácil decir que Argentina pueda coronarse, pero si mantiene ritmo y concentración los 80 minutos, podríamos verla en semifinales.