Mejoras para la tercera edad
Se observa una continuidad en los últimos gobiernos en avanzar por aliviar a los adultos mayores, permitiendo que los beneficiarios mantengan los derechos. Chile es un país que envejece de forma acelerada, de modo que también se requieren cambios en el sistema previsional, porque las proyecciones hablan de una modalidad que marcha directo a un severo golpe.
En el contexto de una desaceleración de la economía, con un menor crecimiento del proyectado, los sectores que habitualmente se ven más afectados son los de menores recursos, entre los cuales se ubican los adultos mayores que reciben una pensión básica solidaria inferior a $255.000.
Este grupo etáreo ha venido demandando por años mejoras a su condición económica, debido principalmente al bajo monto de sus pensiones versus los gastos que deben enfrentar, sobre todo en materia de salud. En 2011, el entonces gobierno de Sebastián Piñera les dio un alivio al promulgarse la ley que eliminó el 7% de cotización obligatoria en salud de los jubilados que reciben una pensión inferior a $255.000 y están acogidos al Pilar Solidario de Pensiones, es decir, el 60% de la población con menores recursos. A su vez, la iniciativa del gobierno también propició una rebaja en la cotización previsional en salud de 7% a un 5% para el tercer quintil de la sociedad, es decir aquellos jubilados con renta superior a $255.000 pero inferior a $286.000.
La Presidenta Michelle Bachelet anunció un nuevo proyecto de ley que busca que este último grupo de personas mayores de 65 años deje de pagar el 5% de cotización de salud de manera gradual, reduciéndolo a un 3% en el primer año y su eliminación completa a partir del segundo. Esta medida favorecerá a 600 mil adultos mayores que reciben la Pensión Básica Solidaria o el Aporte Previsional Solidario.
En este sentido, se observa una continuidad en los últimos gobiernos en avanzar por aliviar a los adultos mayores, permitiendo que los beneficiarios mantengan los derechos al régimen de salud al que hoy están adscritos. No obstante, la tercera edad se vislumbra con expectativas todavía más ambiciosas, siendo una de ellas mejorar el actual sistema de pensiones.
La anterior reforma previsional del año 2008 permitió asegurar pensiones básicas solidarias al 60% de las personas más pobres. Hoy las expectativas están centradas en el trabajo de la Comisión Bravo, que definió propuestas de mejora al actual sistema.
En un país que envejece aceleradamente, toda corrección e idea se agradece.