Redacción
Somos un país sísmico amenazado permanente por terremotos y tsunamis. De allí la necesidad de contar con mejor tecnología y con mecanismos preventivos. Precisamente, en la península de Mejillones será instalado un prototipo de Sistema DART 4G.
Esta boya será colocada por técnicos de la Noaa (National Oceanic and Atmospheric Administration) con el apoyo de profesionales del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa).
Los instrumentos permitirán incrementar la capacidad de detección de maremotos a una distancia más cercana de los sismos que generan los tsunamis, proporcionando además una fuente de datos cruciales y necesarios para que los centros de alerta puedan detectar, predecir y advertir estos eventos.
Se han realizado pruebas iniciales en el Estado de Oregón, Estados Unidos, sin embargo, las muestras finales se realizarán frente a las costas chilenas para comprobar en terreno el correcto funcionamiento de esta tecnología en la detección temprana de tsunamis, cuya localización será más cercana a la fosa chileno-peruana donde convergen las placas de Nazca y Sudamericana, área donde se generan eventos sísmicos de manera permanente producto del proceso constante de subducción entre la placa oceánica y la continental.
Una vez instalados, lo que se espera es obtener los datos de los tsunamis generados en las cercanías del territorio nacional, a una corta distancia de la fuente generadora, en un tiempo inferior al que actualmente existe a través del Sistema Dart II.
Para Michael Angove, director del Programa Tsunami de la Noaa, el poder realizar esta actividad en Chile responde principalmente a la confianza y capacidades profesionales que tiene el Shoa, como uno de los Centros de Alerta más importantes de la Cuenca del Pacífico.
De acuerdo a las indicaciones entregadas por los profesionales de la Noaa y el Shoa, el primer prototipo se encontrará a aproximadamente 77 millas náuticas de la costa cercana a Mejillones, casi equidistante de las dos boyas Dart II chilenas ya existentes, lo que permitirá validar este nuevo sensor comparando los datos recabados con las otras boyas ya existentes.
El segundo se ubicará a 113 millas náuticas de la costa cercana a Constitución, progresando con la cobertura latitudinal hacia la zona tsunamigénica centro-sur del país.
Los avances recientes en los sensores, software y administración de energía prometen la posibilidad de una detección y medición de tsunamis de campo cercano con una resolución sin precedentes.
8.4 grados alcanzó el terremoto que afectó a la Cuarta Región y que generó un tsunami.
77 millas náuticas de la costa cercana a Mejillones, servirán como punto para la instalación del dispositivo.