Alma
"Alma", la nueva película de Diego Rougier (el director de la serie "Casado con hijos"), es la nueva apuesta del cine chileno. Esta comedia romántica cuenta con las actuaciones de Javiera Contador en dos papeles, del transandino Nicolás Cabre y Fernando Larraín, además de un largo elenco en donde destacan Marcial Tagle, Fernando Godoy, Dayana Amigo, Carmen Gloria Bresky, María Izquierdo, Angélica Castro, Felipe Izquierdo, Paz Bascuñán, Stefan Kramer, Tamara Tello, Luis Dubó y Ramón LLao.. Es decir, un grupo ya afiatado, del cual se esperaba más calidad. O al menos, más chispa e ingenio.
Pero nada de ello. "Alma" es un filme hecho según una fórmula, donde lo que predomina es la publicidad ni tan encubierta, donde a cada momento se ven marcas de tiendas y de productos y, como si fuera poco, aparece hasta un afiche de la inolvidable Audrey Hepburn en su filme mítico "Desayuno en Tifanny's" de 1961, como si esa asociación le diera algún linaje a esta desabrida comedia.
Lo interesante de "Alma" es que cuenta las aventuras y desventuras de una mujer que tiene un trastorno bipolar, hecho que la impulsa a cometer actos insólitos, como echar a su marido (Fernando Larraín) de la casa luego de descubrir que no ya la soporta como antes.
En esas circunstancias, conocerá a un argentino que comienza a pretenderla, lo que detona en el marido un feroz ataque de celos que lo hará descubrir, entre otros detalles, que sigue profundamente enamorado de su mujer, aunque ella se ha marchado a Buenos Aires.
En este punto de la trama, el hombre decide viajar para recuperar el amor de su mujer, sin contar con una serie de obstáculos que se le cruzarán en el camino, porque está completamente convencido de que ella es el amor de su vida.
El director de esta película es Diego Rougier, quien se hizo conocido por la serie "Casado con hijos", de donde además y según sus declaraciones sacó la idea para este filme: una pareja separada, viven en departamentos cuyas ventanas están enfrentadas, y así cada uno puede ver que es lo que está haciendo el otro, lo que se sumó a su estudio respecto de la patología denominada síndrome bipolar.
El filme no escarba en una realidad mucho más frecuente de lo que se conoce habitualmente respecto de la bipolaridad como una patología grave, sino que solo se delinea y se pierde en una comedia sin mayor vuelo. Porque "Alma" tiene en el centro de su relato a una bipolar profesora de piano, pero sin el encanto que uno esperaría precisamente por tratarse de una comedia, sino que más bien a una mujer harto insoportable que no encaja en su trabajo o en sus relaciones humanas.
Desde luego que en su estructura de comedia romántica también está escrita su propia limitación, por cuanto las situaciones se resuelven de manera divertida y amable, esquivando la posibilidad de adentrarse en una temática que pudo ser llevada hasta las últimas consecuencias como sí ha ocurrido, por ejemplo, con otros filmes notables que tratan patologías similares, teniendo a ese brillante trabajo de John Cassavetes "Una mujer bajo la influencia" (194), como la máxima representación temática y actoral de una inestabilidad emocional producto de un medio que termina por alienarla.
En todo caso, "Alma" sirve para poner en la pantalla grande un tema necesario, todo esto bañado con las características propias de una comedia que siempre apuesta a lo seguro y donde se nota el cariño especial que se dedicó a la construcción del personaje central. Lástima que en su conjunto, y hablando como cine, se trata de una película muy burda en sus recursos donde hasta aparece -pero no se aprovecha- un deslavado Stefan Kramer haciendo de sí mismo.
En síntesis, "Alma" es una comedia que se apoya fundamentalmente en los recursos histriónicos de su protagonista, con un guión que trata de escarbar en las consecuencias que trae consigo la bipolaridad y que se resuelve en 98 minutos donde se combina el drama y la comedia por partes iguales que desaprovecha algunas buenas ideas (la del argentino, por ejemplo, que era un estupendo personaje) y que puede sacar sonrisas aisladas pero que con ello no alcanza para una carcajada.
Victor Bórquez
Escritor, docente y
comentarista de cine