Hace unos días, el subsecretario del Interior Mahmud Aleuy visitó Tocopilla para constatar los daños que dejó el último aluvión en esta comuna. En la región de Antofagasta, abordó un tema que comienza a transformarse en una gran tarea para el Estado, y que es la proliferación de campamentos y los problemas que los mismos asentamientos humanos irregulares plantean.
Más allá de lo que haya ocurrido con Tocopilla y con otras ciudades del norte, a raíz de las precipitaciones de este año, los emplazamientos ilegales o tomas se convierten en una bomba de tiempo, debido a que no cuentan con garantía alguna de seguridad ante este tipo de fenómenos. Lo peor, es que tienden al aumento, como en el caso mismo de nuestra ciudad.
La experiencia muestra cómo aluviones y terremotos han afectado considerablemente a tomas que se han ubicado sin análisis o precaución alguna en quebradas o en zonas costeras inundables. Uno de los ejemplos recientes ocurrió en el balneario de Puerto Viejo, en la Región de Atacama, cuya ocupación irregular comenzó a concretarse a mediados de los años '90 y que en 2011 recibió los embates del tsunami originado en las costas japonesas.
Hace unas semanas, días antes de las marejadas que afectaron a gran parte del país, en Arica fueron desalojados unos vecinos que se habían instalado a vivir en carpas en la costa. El lugar que ocupaban irregularmente en ese momento, posteriormente resultó completamente inundado por el mar.
Es por eso que Aleuy manifestó: "Queremos ser muy claros en esto, no vamos a permitir más tomas ilegales de terreno", en declaraciones a este Diario. Las tomas derivan a campamentos y los campamentos se transforman en "soluciones habitacionales" peligrosas e indignas.
Con un fenómeno de migración creciente y la necesidad de atender la demanda social por un lugar adecuado donde vivir, el Estado se enfrenta al desafío de que, efectivamente, las tomas y campamentos se vayan reduciendo. El objetivo es ahora ofrecer un lugar mejor, más seguro y accesible donde vivir, para quienes más lo necesitan.