Frontalmente, las ramadas dieciocheras tienen el aspecto de una nueva toma poblacional, incluso con menos gusto. Son los mismos cholguanes que los ramaderos vienen utilizando por años, sin ninguna exigencia estética por parte del municipio. Cero imaginación, cero ideas y cero innovación municipal, sólo le interesa que ande el negocio.
Sr. Director, realmente creo que esto sería nefasto para el país vecino ya que emularía a otros países como Cuba y Venezuela. Pero hay otra cosa que me preocupa más: y es que lo tendríamos por 30 o 40 años hostigándonos día a día como lo hace hasta ahora.
-Absoluta transparencia en el proceso de selección de las familias beneficiarias.
-Representantes de aquellas, o de representantes vecinales, deben informarse cabalmente de los múltiples pasos inherentes al desarrollo del proyecto, desde pronto hasta que culmine. Ello contribuirá a contrarrestar demoras desmesuradas o deficiencias perjudiciales, lo cual ha sido habitual en este género de obras.
-Es indispensable la designación de un impulsor y coordinador del avance del proyecto en lo administrativo, técnico y social. Hay bastante experiencia que sin ese encargado es imposible que las cosas resulten bien. Dicha designación debería tener el consentimiento de representantes estatales y privados participantes en el plan, para que este no se burocratice.
A la destrucción del Parque de los Eventos que el municipio autorizó para que un grupo de ramaderos contara con mayores espacios para lotear y subarrendar, se suma ahora la horrible estética de los locales que se están instalando.
Bernardo Inostroza
En el diario vivir, nos encontramos con situaciones que muchas veces no coinciden con la realidad y que debemos asumirlas mirando el lado amable. En esta oportunidad, me quiero referir a muchos apellidos, que son totalmente opuestos a quienes los llevan:
Hay muchas personas con apellido Castillo o Palacios, que viven en mediaguas y de apellido Poblete que viven en mansiones.
Hay personas de apellido Bravo que no quiebran ni un huevo. Los con apellido Cortés, que son insolentes y maleducados.
Los Centella, que le piden permiso a un pie para mover el otro. Los Alegrías, que son unos amargados. Los Amigo, que son introvertidos.
Además de los Delgados, que son gordos. Los apellido Blanco, que son negros
Los ejemplos suman y siguen, por lo tanto, les dejo la tarea de seguir buscando otros muchos que existen.
Jorge Valenzuela Araya
Por diferentes medios, me he enterado que el Presidente de Bolivia Evo Morales esta pensando en una nueva reelección y posiblemente indefinida "a petición de su pueblo", pero para esto nuevamente tendría que manipular la constitución que en algún momento él mismo hizo a su medida.
Ronald Pizarro Ascona
Reviste enorme valor social la iniciativa de crear en Antofagasta barrios provisorios para familias en situación crítica. Creo que el éxito de tal proyecto implica ciertos aspectos:
Patricio Farren Cornejo
Como nortino nacido y criado en estas tierras, quisiera hacer una reflexión en cuanto a la reducción de personal de algunas mineras, proceso que en todos lados ocurre para mantener la viabilidad de cualquier empresa o institución.
Con asombro he leído declaraciones que estos procesos son "una bofetada a la clase más noble" y "que el Estado debe velar por los mineros".
Esto porque a mi juicio la verdadera "bofetada" es la que se le da a nuestras ciudades por ser consideradas sólo de paso, de juerga para los faeneros o simplemente un campamento, en donde cuando las cosas van mal como ahora se exige que los demás sindicatos, federación y comunidad los apoye, pero cuando reciben bonos suculentos no se acuerdan de nada.
Un llamado de atención para nuestra comunidad y para quienes queremos nuestro norte más allá de quienes sólo la ven como el lugar en donde hacer "dinero" y renegar constantemente de los nortinos y las ciudades que alimentan a sus familias, pero en La Serena, Santiago y el sur.
Edgardo Naveas
Es lamentable para nuestro país que la Presidenta Bachelet alcance una aprobación del 24%. Ojalá sea el punto de inflexión para toda la clase política, porque algo están haciendo mal o ¿no?
Juan S. Pino