El apasionante hobby de coleccionar y restaurar cámaras fotográficas antiguas
equipos. Entre sus "joyitas", Raúl Pacheco posee un pequeño modelo "Hit" que cabe en una mano.
Su primera cámara fotográfica fue una Franka Solida II (1955) de origen alemán, de rollo (no carrete) y fuelle y además telemétrica (de telémetro no acoplado). La consiguió hace 12 años prácticamente regalada (2 mil pesos) en la Feria Pantaleón Cortés.
De ahí en adelante Raúl Pacheco, técnico electrónico, comenzó a introducirse en el mundo de los coleccionistas de cámaras fotográficas. Una pasión que lo ha llevado a conseguir varias "joyitas" que componen su colección de más de cien equipos fotográficos que luce con orgullo en su local de servicio técnico ubicado en calle Matta (n°2680).
"Partí comprando una cámara y después no paré. La primera de la colección es una cámara alemana de marca Franka que la encontré en la "Feria de las Pulgas" por 2 mil pesos. Hoy tengo más de 100 cámaras fotográficas que he recolectado durante 12 años", explicó Raúl Pacheco, quien además de tener este pasatiempo se dedica a la reparación de equipos electrónicos.
"joyita"
Según revela este aficionado una de las claves para armar una buena colección de cámaras es necesario es permutando los equipos entre quienes cultivan este hobby. Es más apunta que algunos de sus artículos incluso se los han regalos de clientes que van a su taller.
Justamente fue así como Raúl Pacheco consiguió la pieza de colección a la que llama "su joyita", una pequeña cámara modelo "Hit" que cabe en la palma de una mano y que apareció en el mercado japonés justo después del final de la Segunda Guerra Mundial.
"Esta cámara fue un regalo que me hizo una de mis clientas. Es un equipo Hit del año 64. Muchos piensan que es un juguete. No saca más de 7 u 8 fotos. Estas cámaras no se masificaron mucho cuando salieron a la venta, pero son muy populares entre los coleccionistas. Por eso es mi joyita y no tiene valor de venta", enfatizó este aficionado.
La razón por la que fueron diseñados estos equipos tan pequeños, y el porqué de su popularidad, fue que las cámaras fotográficas y su posterior tratamiento eran sumamente costosos en el Japón de posguerra. Otra de las particularidades de este modelo Hit es que se asocia a la inteligencia de espionaje por su tamaño reducido.
Además de recolectar cámaras antiguas Raúl Pacheco también las comercializa, asegurando que hay un mercado en alza en Antofagasta en artículos de colección.
"La gente está muy interesa en comprar estos artículos de colección para regalo. Lo bueno de este negocio es que las cámaras se venden muy bien, incluso aun cuando no estén funcionando, ya que mandarlas a arreglar a veces es mucho más costoso que comprar el equipo", afirmó el coleccionista.
paquete completo
Sobre el futuro de su colección Pacheco comenta que si tuviera que empezar a deshacerse de sus "joyitas", prefiere vender el paquete completo, ya que su colección es el trabajo y la búsqueda de años para conseguirla.
"Mi idea es hacer un remate total de las cámaras para no matar la colección. En este momento solo vendo y permuto aquellos equipos que están repetidas. En el caso que tuviera que ponerle un precio a la colección estaríamos hablando de un cifra cercana a los 20 mil dólares (10 millones de pesos aprox.)", aseguró Pacheco.