La novela Contigo a la distancia de la escritora chilena Carla Guelfenbein, ganadora del premio Alfaguara de novela 2015, ha sido tildada como thriller literario y se ha resaltado la figura velada de la escritora brasilera Clarice Lispector como inspiradora de su personaje principal: Vera Sigall. A diferencia de los thrillers literarios de Roberto Bolaño, por ejemplo, en el que los personajes van en búsqueda de Cesárea Tinajero o de Archimboldi para desentrañar aspectos de su obra, los personajes de esta novela van en búsqueda de sus propios universos emocionales, que pretenden encontrar a la sombra de esta autora que pareció vivir siempre al dorso de sus creaciones. Novela escrita a tres voces y cuyas tramas se van entrelazado paulatinamente para ir desentrañando fortalezas y miserias, mentiras y ocultamientos que Sigall, en estado de coma, amenaza con llevar a la tumba, pues simboliza esos silencios cristalizados por el fluir incesante de las palabras y la literatura.
Si bien las referencias intertextuales que utiliza Guelfenbein pueden parecer lugares comunes para los buenos lectores, para los que se asoman a estos metalenguajes puede parecer interesante relacionar a Virginia Woolf, a Alfonsina Storni y a la Pizarnik con el suicidio, a Katherine Mansfield y a la Bombal con el arrojo, a Flannery O'Connor con la enfermedad o a Dylan Thomas y a tantos otros con largas estadías de creación en el hotel Chelsea de Nueva York. En esta novela Daniel es un arquitecto retirado prematuramente de su profesión que invierte su tiempo en largas visitas a la escritora en coma y cuya voz es una larga interpelación en segunda persona. Emilia, por su parte, es estudiante de literatura e investiga la obra de Vera Sigall. La tercera voz es la de Horacio, un poeta mediocre que durante su juventud sostiene un romance con la autora quién cumple a su vez el rol de editora de sus textos, ayudándolo de alguna forma a conseguir cierta fama. No se sabe si el accidente de la escritora octogenaria fue provocado, por lo que entra en escena también un detective. Llegar a desentrañar al personaje principal, símbolo del misterio, es tan arduo, que Guelfenbein invierte más de trescientas páginas en ello, profundizando en aspectos de su biografía, como que su familia huyó de una aldea de Ucrania escapando de los pogromos pues, a las motivaciones internas, las cubre un velo hasta el final.
María Constanza Castro M.
Académica Escuela
de Periodismo UCN
Máster en Literatura.