Gardel, por siempre
"Sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando", entonaba Carlos Gardel, el morocho del Abasto. Ese trágico despegue desde el aeropuerto de Medellín, silenció para siempre la melódica voz del Zorzal Criollo, cuyo nacimiento -aunque esclarecido y definitivamente francés- los trasandinos siguen sintiendo como propio. Aquello fue un 24 de junio, ya hace 80 años. Al mundo popular le dolió su partida y el mito, la leyenda, nace a partir de los recuerdos.
"Hoy canta Gardel", era una clarinada de alerta para aquellos "otarios" de bolsillos flacos. Al término de cada actuación, Gardel se desprendía de algunos "morlacos", para tirarlos a la "marchanta", cual verdadera "Ofrenda Gaucha". Acudían "Los Pordioseros", la "Muñeca Brava", la "Mocosita" y hasta la "Yira" iba a su vera.
Para muchos, nadie como Carlos Gardel, recordado hasta la idolatría. Su voz se apagó para siempre, pero se quejó que "Al mundo le falta un tornillo", o -dolido- confesó que "La he visto con otro". Que se enamoró de "La muchacha del circo" y vio a un compadrito que "Lloró como una mujer". Que sedujo a "Madame Ivonne", a escondidas de "Margot" y que a las dos les susurró "El día que me quieras". Pero quedó "Mano a Mano", cuando el "El Ciruja", dolido, le anunció… "Esta noche me emborracho". Gardel, desafiante espetó "Tomo y obligo".
Así de grande fue el franco/argentino. Sin "Falsas Promesas", y acompañado de su "Guitarra mía", junto al "Bandoneón Arrabalero", añoraba esos "Tiempos Viejos", cuando sin "Rencor" apostó "Por una cabeza" a las riendas de Irineo. Que le cantó a "La Cumparsita", compartiendo "A media luz", en un mesón del "Fondín de Pedro Mendoza", donde "El Tabernero" ya iba "Cuesta Abajo".
"Tarde gris", la del día que se supo de su muerte. Su partida provocó un profundo "Sentimiento Gaucho". Porque "Sus ojos se cerraron" en "Silencio", sin disfrutar "La última curda". Carlos Gardel se fue sin decirnos "Adiós muchachos".
¿Se habrá ido por el "Caminito" para nunca más "Volver"?