Para la primera quincena de julio quedaría cerrada la venta de la minera Barrick Zaldívar. Durante los últimos días delegaciones de los grupos interesados -entre los que se cuentan BHP y Antofagasta Minerals- visitaron las instalaciones de la compañía dispuestos a cerrar una transacción que podría bordear los US$ 2.000 millones por el 100% de la operación.
En efecto, hace dos meses Barrick Gold inició el proceso de venta de su operación Barrick Zaldívar ubicada en la Región de Antofagasta. Y esa oferta encontró buena respuesta en el mercado que a esta altura tiene a varios actores importantes de la industria y grupos de inversión analizando la mejor propuesta para quedarse con este activo minero, uno de los más importantes de la región.
El plan de la minera canadiense por desprenderse de activos responde a la necesidad de reducir en US$ 3.000 millones su deuda y focalizarse en sus operaciones de oro, entre ellas Pascua Lama -región de Atacama- que enfrenta serios problemas legales.
Según ha trascendido, la intención original de Barrick Gold es vender el 50% de la propiedad (en unos US$ 1.000 millones), sin embargo, de llegar una oferta tentadora por el 100% de la operación la compañía estaría dispuesta a venderla.
interesados
Fuentes de la empresa mencionaron la participación de unos ocho actores con quienes hubo acercamientos de manera preliminar, sin embargo, en los últimos días tomó fuerza la opción para sólo cuatro de ellos: BHP, Glencore, Teck y Antofagasta Minerals.
El caso de BHP es especial, toda vez que ingresó tarde a esta negociación y es propietaria de Minera Escondida, operación muy cercana a Zaldívar que podría asegurar importantes sinergias en su operación.
Respecto del resto, Glencore es uno de los principales actores mundiales de la minería cuprífera operando en la zona Lomas Bayas y el Complejo Metalúrgico Altonorte; Antofagasta Minerals es el brazo minero del Grupo Luksic y opera en la región el Distrito Centinela (fusión de Esperanza y El Tesoro), Michilla y Antucoya; y Teck, compañía canadiense que no tiene operaciones en la región, pero es propietaria de Quebrada Blanca en Tarapacá.
Preocupación
La situación de Barrick Zaldívar es seguida con atención por las fuerzas sindicales. Así lo aseguró Atilano Gutiérrez, director del Sindicato Zaldívar, quien adelantó que independiente de los resultados que arroje esta negociación, el sindicato hará respetar el actual contrato colectivo.
"Por ningún motivo un eventual cambio de dueños puede significar modificación en la dotación de trabajadores de Zaldívar y menos en el contrato colectivo vigente", advirtió Gutiérrez.
En la actualidad la compañía posee una dotación propia de unos 1.150 trabajadores (703 de ellos están sindicalizados) y unos 1.100 contratistas.
Asimismo, el dirigente sindical adelantó a los eventuales nuevos dueños que "el costo que les signifique la compra de la compañía no será excusa para no responder a las justas demandas que los trabajadores sindicalizados expondrán en la próxima negociación colectiva", la cual está prevista para mediados de 2017.