Un fuerte repunte en la construcción de viviendas para sectores vulnerables y clase media proyecta el gobierno a contar del próximo año.
Si en 2015 en la región comenzarán a edificarse 530 de estas soluciones, en 2016 la cifra subirá a 950 viviendas (alza de 79%), cifra que se mantendría a lo menos por los próximos seis años, completando así más de 6 mil en el periodo.
Buena parte de estas expectativas se fundan en la reciente aprobación por parte del Consejo Regional (Core) de un convenio de programación con el Ministerio de Vivienda, por un monto de $172 mil millones para el periodo 2015-2023.
Lo relevante del convenio es que a través de él, el Core se compromete a aportar recursos para generar las condiciones necesarias para la construcción de nuevos barrios, permitiendo así que el Minvu libere fondos para los proyectos habitacionales en sí.
APORTES
De los $172 mil millones que considera el convenio de programación, $112 mil millones son aportados por el Minvu y $60 mil millones corren por cuenta del Core (FNDR).
Estos últimos permitirán financiar 28 proyectos relacionados con adquisición y habilitación de terrenos, desarrollo de obras complementarias y áreas verdes, además de diseños, estudios y programas en siete comunas de la región.
El seremi de Vivienda, Mauricio Zamorano, dijo que el acuerdo económico hará más viable la construcción de soluciones, ya que en adelante el cien por ciento del subsidio que se entrega se usará en el proyecto habitacional y no el costeo de otros gastos.
"Pensamos que sin el costo de habilitación de los terrenos, sin el costo de los diseños o la compra de los terrenos en algunos casos, vamos a ahorrar entre 150 y 200 UF por solución habitacional, y nos acercaremos al costo real de construcción en la región", indicó.
La autoridad explicó que la firma de este convenio se suma otras medidas que también contribuirían al resultado esperado, como son la identificación y entrega gratuita de casi 200 hectáreas de terrenos fiscales en Antofagasta y Calama y la modificación de los decretos que regulan los subsidios, los cuales aumentaron en promedio en 300 UF.
PROYECTOS
Gran parte de los $60 mil millones que comprometió el Consejo Regional serán empleados en generar condiciones de desarrollo habitacional en el sector La Chimba Alto de Antofagasta, que está pensado como principal escenario de proyectos.
En dicha área los recursos del Core serán destinados a la habilitación, urbanización y macrourbanización de terrenos, así como a la construcción de obras complementarias, áreas verdes y diseños.
Zamorano estimó que este sector podría albergar el 80% de las soluciones habitacionales pensadas para comuna de Antofagasta, lo que equivale a unas 3 mil viviendas.
En el largo listado de proyectos también aparece la compra de terrenos privados en Taltal y Tocopilla, la habilitación, urbanización y diseño del macroproyecto Topáter de Calama, así como distintos estudios y diagnósticos.
Los proyectos irán siendo presentados secuencialmente al Consejo Regional para la aprobación de los recursos específicos, comenzando con los primeros dentro de dos meses.
El presidente del Consejo Regional, Mario Acuña, explicó que el convenio contribuirá a hacer más eficientes los subsidios que se entregan, al eliminar de la fórmula el costo de urbanización o habilitación de los terrenos, que hasta ahora se deducen del aporte estatal.
Acuña manifestó que, sin embargo, que aunque el acuerdo es un paso importante, no representa la solución total al problema habitacional en la región, y por eso anunció una reunión con la ministra Paulina Saball para solicitar "medidas adicionales".
Según las cifras del Minvu, el convenio con el Consejo Regional, permitirá la construcción de 6.230 viviendas entre 2015 y 2021. Sin este acuerdo, la cifra de soluciones en el mismo periodo habría sido de sólo 3.710. Las 6.230 viviendas que se proyecta construir contribuirán a reducir fuertemente el déficit habitacional, aunque no lo eliminarán del todo, pues se estima que la demanda "organizada" en la región alcanza 7.446 casas. El término "organizada" es clave, pues no incluye los requerimientos de las familias que viven en campamentos o tomas que aún no formalizan comités.