De manera unánime, el Tribunal Oral en lo Penal de Antofagasta declaró culpable de homicidio simple al único detenido por la muerte de Eugenio Ávila Galleguillos (55), el limpiador de vehículos conocido como "Rambo", quien fue asesinado frente al Teatro Municipal y para quien piden una condena de 15 años de cárcel.
Pese a que el imputado alegó legítima defensa, dicha tesis fue desestimada por los jueces, quienes lo condenaron por el crimen que causó gran conmoción pública, ya que el hecho ocurrió a las 11 horas en calle Sucre, a una cuadra de la Intendencia, del cuartel de la PDI y de la Corte de Apelaciones.
Miguel Ángel Olivares Olivares (36) fue detenido el 22 de diciembre, 13 días después de propinarle la mortal puñalada en el tórax a Ávila Galleguillos. El victimario había salido hace sólo unos meses de la cárcel tras cumplir una pena de 10 años de cárcel por robo.
El "Olivares", como era conocido por los internos de la cárcel, enfrentó ayer su juicio en la Sala 1 del tribunal, donde lo esperaban los magistrados Alfredo Lindenberg (presidente de sala), Marcela Nilo y Lorraine Gigogne.
imputado
El Ministerio Público solicitó al tribunal, que el imputado sea condenado a 15 años de cárcel. Esto, por tratarse de un delito de homicidio simple consumado, donde el acusado actuó como autor y en el que no concurren circunstancias modificatorias de su responsabilidad penal.
Según el relato del fiscal Rodrigo Cusó, el homicidio ocurrió cuando el imputado caminaba por calle Sucre junto a un amigo y una mujer que había conocido minutos antes.
Frente al Teatro Municipal, donde se desarrollaban licenciaturas de cuartos medio, Eugenio Ávila saludó a la acompañante de Olivares. Esto generó una discusión en la que el detenido se mofó de la ropa del limpiador de vehículos (solía vestir imitando a 'Rambo').
Segundos más tarde, el acusado regresó y con un cuchillo lo apuñaló en el tórax y antes de que alcanzaran a ingresarlo al Hospital Regional, la víctima de 55 años falleció. Miguel Olivares huyó y estuvo escondido casi dos semanas, aunque las cámaras en alta definición de una tienda de retail de calle Sucre permitieron identificar el rostro de la mujer que lo acompañaba.
Era una exinterna de la cárcel femenina, por lo que pudieron rastrear sus datos y llegar al imputado, quien fue detenido en la Plaza Sotomayor cuando comía un sándwich, mientras estaba drogado y ebrio.
Su defensa sostuvo que todo lo ocurrido fue por legítima defensa, ya que "Rambo" había insultado a la mujer que lo acompañaba y además había tratado de agredirla. Incluso sostuvo que Olivares trató de calmar la situación, pero fue golpeado por el fallecido.
En el forcejeo apareció un cuchillo, aunque en la versión del condenado, la puñalada fue accidental.
pidió perdón
El tribunal concedió las últimas palabras para Olivares pudiera agregar algo si lo estimaba conveniente. Éste manifestó a los magistrados que "quiero pedir perdón, no fue mi intención quitarle la vida y lo dejo a criterio de los jueces. Estoy de acuerdo con lo que dijo el fiscal y también con mi abogado".
Tras los alegatos de clausura y el receso de debate para deliberar, el juez presidente leyó el veredicto, en el que condenaron a Miguel Ángel Olivares como autor de un homicidio consumado, hecho que "fue acreditado más allá de toda duda razonable" durante el juicio.
La audiencia para la lectura de la sentencia fue fijada para el miércoles 17 de junio a las 15.30 horas.