Copa América
La XLIV edición de la Copa América, el campeonato sudamericano de selecciones más antiguo del planeta, está en marcha. Antofagasta se apresta a ser, por primera vez, sede del magno acontecimiento, donde debemos lucirnos no sólo en la cancha, sino en la organización.
La Copa América en el país y en la región nos propone una mejora de la sociedad a través del deporte. Lo anterior, nos ha exigido fortalecer la institucionalidad deportiva e impulsar políticas que permitan masificar la actividad física, junto con reinstalar programas que impulsen el deporte competitivo y de alto rendimiento, hemos dotado a la ciudad de campos deportivos que estarán disponibles para todos luego del magnífico evento. Pero también nos presentan con mucha convicción un ejercicio cotidiano de la práctica del buen ejemplo, desde valores tales como la amistad, la solidaridad, la tolerancia, la lealtad con el adversario - el fútbol en toda su esencia y actividades.
El fútbol es lejos el deporte más popular en el mundo. No hay país en el cual no se practique este deporte.
Es la vida en la Copa América, en la que participamos todos los latinoamericanos, cada uno en un equipo. Todos por el hecho de nacer en un país. Todos somos a la vez futbolistas y espectadores. Participamos de la vida y nos esforzamos en vivirla y apoyamos a los demás para que vivan la suya.
La vida, al igual que el deporte, conlleva renuncia y sacrificio. Nadie consigue algo importante si no está dispuesto a renunciar a algo, a sacrificarse por algo. Se entrega y se sacrifica el deportista para conseguir vencer la fatiga, para fortalecer sus músculos, para estar en forma. Como la vida misma, nos sacrificamos cuando luchamos por superarnos a nosotros mismos y conseguir un mejor futuro.
En la vida, como en el fútbol, se vive en equipo, nadie va solo. Te alegras con el éxito de tu compañero, asistes al que necesite ayuda, entonces habrás ganado la prueba de los triunfadores, la Copa, el premio consiste en la satisfacción de estar con los que te rodean, ayudar a los que te necesitan, alegrarte del éxito justo y poder decir: ha merecido la pena estar aquí.
Antofagastinos, a llenar el estadio y participar de este su festejo, ya que como escribió Galeano "No hay nada menos vacío que un estadio vacío. No hay nada menos mudo que las gradas sin nadie".