Concejales toman distancia de nueva ordenanza y vecinos piden fiscalizar
seguridad. En julio municipio debe renovar 850 patentes de alcohol en toda la comuna.
Concejales de Antofagasta consideraron válidos los cuestionamientos que recibió la nueva Ordenanza de Alcoholes dictada por el municipio y que desde el miércoles regula la entrega, renovación y caducación de este tipo de permisos en la comuna.
En sus primera horas de vigencia, la normativa recibió varias críticas, primero porque no fue discutida con actores como Carabineros, Gobernación y la Cámara de Comercio, pero también por no haber restringido el otorgamiento de permisos en el centro y algunos barrios residenciales, además de mantener los horarios máximos de funcionamiento para este tipo de locales.
"A MEDIAS"
El concejal Félix Acori dijo que la ordenanza es una regulación "a medias", precisamente porque fue construida sin la opinión de actores relevantes.
"Me parece muy mal que haya sido así. Cómo podemos después pedirle a las demás instituciones que nos ayuden a hacer cumplir la ordenanza si no les hemos consultado, por lo menos deberíamos haberles pedido que participaran, era lo mínimo", indicó.
Acori señaló que su propia participación y la de otros concejales en la elaboración del texto fue escasa, lo que a su juicio demuestra que "se trabajó mal" en la construcción del documento.
El concejal Jaime Araya también desligó responsabilidades y dijo que "quien conduce y lidera este tipo de procesos es la alcaldesa Karen Rojo".
Según Araya, los concejales sí intervinieron en el debate de la normativa, pero no eran ellos quienes debían realizar las coordinaciones para que también fueran consideradas otras instituciones.
"Entiendo que en algún momento hubo un intercambio de correos con algunas organizaciones, sin embargo, no recuerdo haber estado en reuniones con Carabineros o la Gobernación por este tema en particular, o a lo mejor las hubo y no fuimos invitados", explicó.
La nueva ordenanza de alcoholes tendrá uso intensivo durante el proceso semestral de renovación de patentes, que se realiza en julio involucrando unos 850 permisos.
El texto legal sistematiza dicho procedimiento y agrega algunos requisitos nuevos, como que los locales posean instalaciones eléctricas certificadas por la SEC.
Además se deja establecido que los establecimientos que acumulen dos o más infracciones en un mismo semestre, no tendrán derecho a renovar sus permisos.
Pese a estos avances, el texto fue criticado, tanto por no haber considerado la opinión de actores ajenos al municipio, como por algunos temas de fondo.
Uno de ellos es que el municipio dejó establecido que se podrán seguir otorgando permisos en aquellas áreas que el Plan Regulador (de 2003) lo permite, como el centro, el Parque Brasil o avenida Angamos, y porque no se empleó la facultad de adelantar en ciertos lugares el horario de cierre de los locales.
VECINOS
La presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, Olga Mora, lamentó que esta atribución en particular no se haya aprovechado, considerando las molestias que los locales causan en los barrios.
"Yo creo que cerrar a las 2 de la madrugada era un horario mucho más prudente y los dueños de los locales igual ganarían plata", señaló.
No obstante, Mora dijo que para solucionar los problemas que causa este comercio, los cambios deben venir "de más arriba", aludiendo a la responsabilidad de los parlamentarios en la elaboración de la actual Ley de Alcoholes.
Elías Martínez, presidente de la junta de vecinos Augusto D'Halmar, explicó que la nueva ordenanza de alcoholes es desconocida para los vecinos y que se enteraron de su existencia a través de la prensa.
Sin perjuicio de aquello, el dirigente planteó que lo realmente urgente en los vecindarios es que las autoridades fiscalicen las normas que ya existen, como el decreto que regula los ruidos molestos, la Ley de Urbanismo y Construcción, la Ley de Tabaco o la misma Ley de Alcoholes.