"No existe educación, sin reflexión"
Si ya etimológicamente Educación es desarrollar las cualidades internas de los educandos y expresarlas más allá de sí mismos, se requerirá entonces, crear las condiciones para que surjan esas cualidades. El verbo educar nace desde la agricultura: preparar la tierra para que sea fecunda. Educarse es "pujarse" junto a su educador, ambos se involucran, como en todo nacimiento.
La educación ha sido invadida por el mundo productivo, volcado hacia objetivos, de "logros". Las metas son el principio generador de la acción, certifican los éxitos, los estímulos para siempre progresar e insertarse en mundo laboral. Se produce en serie, igualmente se evalúa en serie. Las pausas, no se permiten, la competencia no lo permite. La pedagogía está en función a cumplir los programas para las pruebas vinculantes. Se industrializa, complementada con los Pre-universitarios. Los educandos asumen un rol pasivo pues son dependientes del "curriculum", del sistema.
La inteligencia podría "atrofiarse" si ella no genera preguntas, y sólo la habilitamos para las respuestas. "Acumula" los conocimientos recibidos. La inteligencia, su capacidad esencial es desentrañar, penetrar las realidades, va hacia "el adentro" de las cosas, investiga los vestigios hasta explicarse su mundo. Las personas, como todo ser vivo, tienen vida autónoma en relación con su mundo. Pero el ser humano, como sujeto tiene su mayor autonomía por su poder de Reflexionar. Es su "linterna interna", 2.-"flectarse hacia dentro de su sentir", despliega su sensibilidad para desvelar, para discernir entre lo bueno y lo malo, para discernir entre las huellas equivocadas y las más conducentes, para saborear en su alma sus "eurekas", para permitirse ser diferente del mundo que lo cosifique. "Darse cuenta" por sí mismo que las verdades están a su alcance, que su alma se ensancha en el bien, que vibra con todo su ser ante la belleza. Reflexionar es cultivarse en la responsabilidad de sus aprendizajes, de sus aciertos y errores. Reflexionar es aprender porque puede recrear, lejos de repetir. Reflexionar es descubrir los valores que enriquecen las realidades. El educando desarrolla su espíritu inteligente pues "nada de lo humano le será ajeno", sintonizará y empatizará con su tierra, con el universo. El hábito de la reflexión en los contextos educativos sería un aporte para una sociedad que idolatra un desarrollo que la arrolla.
Señalábamos que la tierra requiere ser preparada, requiere de invernaderos, de tiempos para sembrar y cosechar. También los seres humanos para reflexionar deben darse el tiempo para internalizar, un tiempo sin acosos, sin apremios, un espacio albergador, un espacio para inspirar y espirar, instancias para dialogar, confrontar experiencias, aprendizajes. En un mundo vertiginoso, insaciable, parecería anacrónico llamar a reflexionar. Sin embargo, no planteo una utopía pues, el sistema escolar concibe las "Academias". Sin embargo las consideran "extra programáticas", paralelas al sistema. Las Academias son excepcionales, en gran medida, dependen de un profesorado enamorado de sus saberes, aún con sus horarios saturados. 3.- ¿Por qué son tan fecundas, gestoras de proyectos relevantes?. Las integran quienes les interesa la determinada disciplina, los educandos son sujetos del conocer, se apropian de las tareas, la relación educador - educando se nivela en función de crear juntos. El clima interno es de plena colaboración.
Sólo estas preguntas descalifican y desnudan el vacío de un sistema llamado educacional, y, cómo este vacío succionó la educación para quedar sólo su remedo: "La Instrucción". En cualquier tramo de la formación: ¿No es la enseñanza la que tiene un tiempo casi absoluto sobre el aprendizaje?, Nos refrenda Aristóteles "Enseñar no es una función vital, porque no tiene un fin en sí misma, la función vital es aprender". ¿Qué tiempo existe para que el educando se retroalimente después de las pruebas calificadas?. El sabio Confucio decía: "aprender sin pensar es inútil, es malgastar energías. Pensar sin aprender, es peligroso". Reflexionar retro impulsa.
Llevamos decenas de años con mediciones nacionales y resultados relativamente permanentes. Es obvio, si queremos resultados diferentes, no debemos eternizar las bases del sistema que sólo ha intentado cambios intrascendentes.
Las Reformas se direccionan a la calidad de la educación, pero esta finalidad se evaporará sin un cambio ético en la enseñanza aprendizaje, sin forjar reales "unidades" educativas. Sin cambios profundos en las mallas curriculares ya obsoletas para este siglo XXI. Serán infranqueable las brechas con los países que se atrevieron a una revolución copernicana en educación.