'Zapatero a tus zapatos'
Ésta es una comedia que tenía un potencial interesante para transformarse en un gran ejemplo del género, pero que hace agua por dos factores graves: falta de humor sostenido y una especie de gravedad en su relato que la hace lenta, pesada y termina como un lastre más para la carrera cada vez más errática de Adam Sandler, quien acumula en su trayectoria una poco presentable cantidad de nominaciones como peor actor.
Acá, después de la sorpresa inicial -un zapatero que ha heredado el negocio de su padre, descubre casualmente que si se pone los zapatos de sus clientes adopta la fisonomía de esa persona y puede vivir aventuras en ese cuerpo- deviene una cantidad de gags que son más bien flojos, mal entrelazados, en donde naufragan grandes actores haciendo papeles minúsculos: nada menos que Dustin Hoffman, Steve Buscemi y Fritz Weaver.
Es curioso que el esquema de las películas de Adam Sandler siempre sea el mismo, porque suele hacer personajes semi marginales, de pocas luces, comunes y corrientes en una sociedad exitista, en donde siempre termina enamorado o de pareja de la chica menos favorecida, en este caso una luchadora y amable latina, defensora del barrio más antiguo de Manhattan, quien desea echar por tierra los maléficos planes de una inescrupulosa agente inmobiliaria para apoderarse de ese sector, apoyada en peligrosos matones.
En "Zapatero a tus zapatos", Adam Sandler interpreta a Max, un judío treintón que ha perdido sus sueños de superarse, carente de posibilidades de hacer algo distinto, sigue la carrera de zapatero de su padre y su abuelo sin mucha gana y se dedica a trabajar en el oficio de sus antepasados.
Y como se trata de un buen muchacho, su tienda es concurrida, tiene buenos clientes y un excelente vecino que es peluquero y que lo cuida y aconseja (interpretado por Steve Buscemi).
Producto de la rutina de su oficio, un día cualquiera Max decide probarse unos hermosos zapatos que llegan a sus manos y, mágicamente, adquiere el aspecto del dueño original. A partir de esto, primero se va probando los zapatos de los clientes más curiosos y jugando con sus personalidades -un chico obeso, un travesti, un hampón de barrio, un chino- y mientras esto sucede, sin querer, se ve envuelto en una serie de enredos que lo conducirán a una inescrupulosa mujer que desea a toda costa quedarse con el barrio.
Lo curioso es que el director Thomas McCarthy, mezcla el drama con la comedia, pero no logra el equilibrio exacto, haciendo que la mayor parte del tiempo los chistes escaseen y se imponga el tono dramático y de pronto gire hacia chistes poco creativos que desarticulan el tono de seriedad todo lo cual termina por dejar el filme en un ámbito indefinido.
¿Qué faltó en esta película? Justamente decisión del director para inclinarse o por la comedia, en donde tenía material de sobra para sacar buen provecho a situaciones y personajes entrañables o bien, por el drama en donde también existía una serie de condiciones ideales para empatizar con el público: el abandono del padre, la lenta demencia de la mamá del protagonista, por ejemplo, eran riquísimos elementos que se pudieron aprovechar de manera impecable.
Para ser objetivos, no se trata del mejor trabajo de Adam Sandler, quien a cada rato se ve como incómodo en su papel, aunque sí escapa un poco, solamente un poco, al estereotipo al que nos tiene habituados. Y esto es triste porque Adam Sandler parece tener un talento que nunca ha sido bien aprovechado y sus actuaciones siempre quedan en promesas que ningún director, hasta ahora, ha aprovechado cabalmente.
Por este motivo, insistimos, la trama de este "Zapatero a tus zapatos" no logra levantar mayor vuelo, a pesar de la sorpresa inicial y a lo largo de la hora y media de duración el espectador asiste a una historia que nunca termina por definirse y que se hace reiterativa y poco eficiente en cuanto a la posibilidad de aprovechar los recursos de que dispone. Ni qué decir lo mal aprovechados que resultan Steve Buscemi -anti héroe por definición en los filmes de los hermanos Coen- y de ese notable actor que es Dustin Hoffman, que pasan simplemente por esta película y cuyos roles bien pudo interpretarlos cualquiera.
Dentro de toda esta trama, predomina una sensación de ridículo, con giros argumentales sorpresivos pero que no hacen levantar vuelo a esta extraña historia donde la falta de un rumbo fijo hace que termine naufragando.
Pese a todo esto, la película "Zapatero a tus zapatos", puede gustar a quienes solo desean divertirse un rato, sobre todo porque cuenta con algunos chistes y predomina un estilo sobrio, sin caer jamás en el mal gusto de otros filmes en donde Sandler ha tenido la desgracia de actuar.
Lo más interesante a fin de cuentas es la pregunta que puede hacerse un observador del cine contemporáneo: ¿en una sociedad capitalista y económicamente bullente la gente aún lleva sus zapatos con el zapatero? Tal vez si el filme hubiese estado ambientado en los años 30, por ejemplo, habría tenido otro estilo, otra fortuna y mejores dividendos. Pero no fue.