La Región de Antofagasta y su capital regional tienen varias severas complicaciones y entre las más graves se cuenta la falta de áreas verdes y espacios públicos y, especialmente, el déficit de viviendas para sectores más desposeídos, pero especialmente para la clase media.
En Antofagasta, prácticamente no existe oferta de inmuebles por hasta 2.500 o 3 mil UF, precios a los que puede acceder una familia de clase media. Esta es una ciudad cara, fenómeno influenciado por los mayores sueldos, como por la falta de una oferta elemental de todo tipo. Desde casas, hasta salud.
Y recién a inicios de esta semana sufrimos un nuevo antecedente al respecto. En Chile serán construidas 60 mil viviendas en el marco del Programa Extraordinario de Reactivación Económica impulsado por el Ministerio de Vivienda, sin embargo, en nuestra Región se presentaron sólo dos proyectos que consideran apenas 374 inmuebles, vale decir, menos del 1% del total.
Es evidente que el asunto no es estrictamente económico. A esta altura, es un tema político que muy lamentablemente no ha sido tomado con la urgencia necesaria por las autoridades. El tema tiene diagnóstico claro, sin embargo las mitigaciones planteadas no son suficientes.
Una prueba es la mínima cantidad de viviendas sociales construidas en los últimos años.
Respecto del escaso interés de las constructoras regionales por participar de estos llamados, el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Antofagasta (CChC), Jaime Tolosa, comentó que el alto valor del suelo sigue siendo un factor que desincentiva la ejecución de proyectos de este tipo. A modo de ejemplo citó que en el sector norte de la ciudad los terrenos pueden fluctuar entre 4 y 7 UF el metro cuadrado, a lo que sumamos el mayor coste de la mano de obra y otros insumos.
El precio del suelo, en definitiva, está resultando en un incremento preponderante del final, lo que es casi una paradoja considerando que es el estado el mayor propietario en esta región.
¿Hasta cuándo se soportará esta realidad? ¿Hasta cuándo se deberá soportar por soluciones definitivas?