Nuevos y viejos oficios que ya son parte de Antofagasta
patrimonio. Desde escultores de lápidas hasta tradicionales peluquerías "con navaja" enriquecen el espectro laboral de la ciudad.
S on oficios nuevos o a punto de desaparecer por los avances tecnológicos, pero dan carácter a una galería de personalidades -en este caso trabajadores- que pertenecen a nuestra ciudad.
Cuando ya terminan los festejos del 1 de mayo, las historia de estos hombres y mujeres permanecen durante décadas porque son parte del patrimonio intangible de una ciudad que también despierta al desarrollo.
Algunos oficios se mantienen a pesar del tiempo. Algunos han tenido que reinventarse para seguir vigentes. Otros en cambio, acorde a los nuevos tiempos, han sabido ganarse un espacio en el mundo globalizado.
Historias de esfuerzo familiar abundan como es el caso de la familia Villarroel, dedicada al rubro de la reparación de calzado. Teresa trabaja con su hermana Elba y ofrecen una atención especializada. A su juicio, hoy en día los zapatos son de muy mala calidad.
"El Gobierno debería fiscalizar a todos los negocios que se instalan pero que ofrecen productos de bajo nivel, en desmedro de lo nacional. Además a las regiones mandan los peor", dijo.
Es una férrea defensora de ese rubro, que aunque quedan pocos ejerciéndolo, sigue siendo un oficio respetado.
Lo mismo opina Aldo Gómez que cuenta con una amplia trayectoria en el estilismo.
Uno de los fundadores del corte con navaja, se siente feliz de poder seguir trabajando y de contar con una fiel clientela que lo acompañada desde siempre.
Atención
Domingo Castillo presta servicios funerarios y se siente agradecido por la preferencia de la gente. "Hice una inversión en la compra de vehículos para dar un servicio de primer nivel. La gente vuelve cuando recibe una buena atención", confidenció.
Y así otros tantos que en variadas áreas tratan de ganarse un espacio. A muchos trabajadores los motiva la superación, el cariño por lo que hacen. Unos se tomarán un descanso en estas fechas, otros continuarán atentos a los requerimientos de la ciudadanía.
Propietario funeraria
Hace un año que se instalaron en calle Copiapó, y están contentos por la aceptación, porque los antofagastinos en cierta forma se volvieron adictos al sushi. "Senshi Sushi" es una alternativa para degustar exquisiteces. Su propietario, Raúl Véliz que estudió cocina internacional, asegura que se caracterizan por brindar un buen servicio. "Atendemos en tres modalidades, como domicilio, venta en local y degustación. Nuestros precios oscilan entre los 1.200 a 5.200 pesos. Trabajamos de lunes a sábado, y somos una buena oferta para los antofagastinos", puntualizó.
Desde 1971 que está instalado en calle Ossa 2280. Aldo Gómez propietario de la peluquería "El Simio" dice que fue uno de los fundadores del estilismo. "Partimos como peluquería y trabajábamos como navaja y tijeras. Tengo clientes de años que me buscan porque saben que doy una atención personalizada", sostuvo. A pesar de la competencia sigue teniendo gente que es fiel. Conoce el rubro hace casi sesenta años y se siente orgulloso de su actividad. El nombre de su local tiene que ver con el corte que estaba de modo en los años 70'.
Siguen manteniendo clientes fieles a pesar de la competencia que enfrentan con las importadoras de zapatos chinos. Para Teresa Villarroel se trata de un oficio que ama, que es parte de la tradición familiar. La reparadora de calzado "JR" que se ubica en Uribe sigue siendo punto obligado para los antofagastinos. "Hace casi 20 años que estamos trabajando acá. Primero estaba mi hermano y después mi mamá se quedó con el negocio. Seguimos trabajando porque siempre hay gente que prefiere mandar a reparar sus zapatos", dijo.
Domingo Castillo tiene cinco años en el rubro del servicio funerario. A base de constancia, pulso y atención personalizada, ha logrado ganarse un prestigio. "Atendemos las 24 horas y los 365 días del año, porque queremos ser una alternativa para quienes están sufriendo por la pérdida de un ser querido", acotó. Dice que los procesos son largos, pero ellos con la experticia pueden resolver y realizar trámites. La base del éxito es que él atiende cada caso, porque entiende a quienes pierden a alguien querido. (Funerales Castillo, Copiapó 916).
Los hermanos Petit trabajan en un rubro emergente. Se dedican a las reparaciones de equipos computacionales y celulares. Además ofrecen accesorios para la venta. Instalados en su local de Condell 2791, cuentan con un gran número de clientes. "Hay harta afluencia de público pese a la gran competencia que hay en estos días ", dice Manuel Petit. Atienden de lunes a sábado de 10 a 20 horas. En Petit-Cell se enorgullecen de su actividad que está acorde a los nuevos tiempos y a la tecnología, sobre todo cuando los antofagastinos son fanáticos de los celulares.
Hace 52 años que trabaja confeccionando lápidas. Todo el mundo conoce a Leonardo Peralta, que tiene su local en calle Matta 3101. "Partí con este negocio y voy a terminar acá. Tengo unos sobrinos que aprendieron el oficio. Mi vida la he desarrollado dando cuerpo a lápidas que sellan el descanso eterno de la gente", precisó. Tiene la habilidad y se siente feliz con su trabajo. "Esta es una actividad que no muere, pese a los cambios. Tengo clientes de muchas generaciones", dijo orgulloso.