"Yo escribo porque necesito escribir, no para vender"
Se declara fanático del equipo de fútbol trasandino Independiente, "el que más copas libertadores tiene", señala. Eduardo Sacheri reconoce que su carrera literaria, curiosamente, emergió de su pasión por el deporte de multitudes. Un día de 1995, el desconocido autor en ese entonces, tomó contacto con la radio Continental y se comunicó con el periodista deportivo Alejandro Apo. Quería hacer públicos sus relatos sobre fútbol. De esa forma, en secreto y durante tres años, las historias de Sacheri estuvieron al aire.
El escritor y profesor de historia, Eduardo Sacheri, atravesó la cordillera para presentarse en la Filzic, donde compartió impresiones con los asistentes, hizo un repaso por su trabajo literario y firmó sus libros.
¿Habías escuchado hablar de la Filzic?
-Sí, el primer dato que tuve de la feria fue una referencia de Laura Roldán, una escritora argentina que estuvo el año pasado. Nos encontramos un día y me hablo muy bien de la feria, se volvió a la Argentina encantada de la organización, de la gente, del lugar, entonces cuando se comunicaron conmigo yo ya estaba al tanto de que tenía que decir que sí.
¿Qué te ha parecido el desierto?
-Me llamó mucho la atención. Me vine desde Santiago mirando por la ventanilla del avión viendo cómo iba cambiando el panorama y te confieso, en la zona de Argentina donde yo vivo es la pampa húmeda, no hay desierto, así que esto es toda una experiencia para mí y tengo ganas de conocerlo bien.
EDUCACIÓN
¿Aún ejerces como profesor?
-Hasta hace unos 6 o 7 años me dedicaba sobre todo a dar clases, pero con el crecimiento de los libros y las películas me he quedado apenas con unas pocas horas para ejercer como profesor. Me gusta mucho el trabajo docente y no lo quiero dejar, aunque hoy por ejemplo falté a la escuela para venir a Antofagasta.
Este año la feria tiene muchas actividades relacionadas al fomento lector, ¿Cuál es tu visión como profesor?
-Me parece súper importante. El libro y el acto de leer son dos cosas estrechamente emparentadas pero son diferentes, es muy importante que los chicos aprendan con nuestro ejemplo a leer y el disfrutar el leer. No sé cómo es aquí en Chile pero en Argentina los hábitos de lectura están muy asociados a la escuela, más como una obligación y no como un placer personal, por eso me parece que uno de los grandes sentidos de la ferias de libro es tender puentes de prácticas lectoras.
¿Había libros prohibidos en tu casa?
-En mi casa había libros, por suerte y mejor todavía, había gente que los valoraban. Como mis padres y hermanos leían, yo sólo seguí el ejemplo. Y sí, había libros prohibidos, pero como había sillas altas encontraba igual la manera de llegar a ellos. En la quietud de la siesta uno podía acceder a los estantes prohibidos.
Te declaras fanático del fútbol e incluso tu literatura surgió a través de ese deporte.
-Sí, yo me pongo a escribir ficción como una manera de entender mi propia vida, a mí las preguntas no me surgen de la literatura, me surgen de la vida. El fútbol es una superficie en donde afloran otras cosas, cuando se juega y cuando se escribe también, en la escritura uno puede generar algo parecido a lo que sucede con acto de jugar fútbol, entrar a través del fútbol en cosas más profundas, sacarlas a la superficie, cosas que habitualmente están encerradas.
¿Cómo surgen tus relatos?
-Mira, escribo a veces en mi casa y a veces en bares. Buenos Aires está lleno de cafecitos, tenemos muy arraigada esa cultura del bar. Me gusta sentarme en un bar tranquilo en un rincón, intento escribir todos los días, creo que es muy importante la regularidad en el intento.
¿Cómo has asumido el reconocimiento una vez que la adaptación cinematográfica de tu novela ganó el Óscar?
-Yo me lo tomo con mucha calma, de entrada creo que tuve claro que no me interesa ser prisionero de un solo éxito, yo escribo porque lo necesito, eso sigue siendo igual independientemente del dinero o lo que sea. Si yo escribiera para responder a una demanda de mercado dejaría de hacerme feliz el hecho de escribir. De hecho, mis libros siguientes se han vendido muy bien y eso me tiene muy contento, yo escribo porque necesito escribir, no para vender. Creo que teniendo eso claro, las cosas deberían funcionar más o menos bien.