En este mundo globalizado en que se produce una vorágine de información de todo tipo, el deporte y su importancia social, económica y política hace del periodista un catalizador de lo que sucede en este ámbito.
Su labor, su "leit motiv", es actuar y estar al servicio de los ciudadanos, actuando muchas veces como un contrapoder fiscalizando la labor política y siendo valiente a la hora de plantear situaciones conflictivas.
El periodista debe cuestionar la labor de las autoridades o dirigentes deportivos, si éstos lo hacen mal, no entrando a valorar su pertenencia política.
Al dirigente político o deportivo lo cómodo sería no recibir crítica alguna, pero eso trastocaría el juego democrático en un país con un estado de derecho como el nuestro.
Por eso y en virtud de lo planteado, no nos cansaremos de denunciar y comentar lo que nos parece mal cuando unos dirigentes actúan con picardía y mala fe en la conducción de una entidad deportiva o que las autoridades municipales descuidan unas humildes canchas al servicio de la comunidad y las dejan abandonadas, convirtiéndose éstas en basurales y punto de reunión de vagabundos.
Lo que observamos y es un pensamiento ciudadano, es que el deporte en este país, aún no es una prioridad social, lo que constituye una enorme equivocación, y es por eso que los pocos deportistas que logran sobresalir, prácticamente deben mendigar medios económicos o de infraestructuras cuando las necesidades de su preparación así lo requieren.
Al periodismo le agrada publicar noticias positivas y si son deportivas mejor, pero el deporte en Chile aún tiene una carga simbólica de imprevisión o dejadez. Pero ¡hay! si nos sale un campeón, muchos querrán salir en la foto.
El deportista merece respeto. Que se le proteja y ayude. No se forma un campeón por arte de magia ni por que sea alto y fuerte.
Si deseamos una sociedad deportiva y educada en los valores que transmite, trabajemos para ello.
La ciudadanía debe de exigir y demandar los espacios que necesitan los diferentes deportes que desean practicar.
¿No dicen que esta ciudad es rica?
Como diría el holandés Johan Cruyf: "El dinero en el campo, y no en el banco".