"Este liceo tiene 126 años y ya no soporta más soluciones parche. Necesitamos reparaciones definitivas. Las necesidades que tenemos van más allá de pintura en las salas".
Boris García, director del emblemático Liceo Mario Bahamonde Silva, fue enfático a la hora de hablar de los efectos de las lluvias. Más allá de los daños, que por cierto fueron muchos, le preocupa la falta de inversiones en el plantel ubicado en calle Ossa.
"Hace cuatro años presentamos un proyecto integral para mejorar la infraestructura del liceo y aún está en evaluación. Si el Core (Consejo Regional) hubiese otorgado prioridad a esa iniciativa, podríamos enfrentar cualquier emergencia, incluso ésta, que nos dejó desde roedores paseándose por los patios hasta un pabellón completamente electrificado", enfatizó.
El director dijo que el colapso del Mario Bahamonde partió con las primeras lluvias del martes. Por eso devolvieron a los estudiantes a sus casas y cerraron el establecimiento. Cuando volvieron, el miércoles en la mañana, el panorama era desolador.
"El olor era nauseabundo, los techos de la sala de profesores y el comedor colapsaron por el peso del agua y las fecas de las palomas contaminaron todo el lugar. Cincuenta centímetros de agua acumulados nos hizo imposible limpiar sólo con nuestro personal", explica.
García dice que el patio estaba anegado, lo mismo que el segundo piso del plantel, además de la sala de profesores y los comedores, donde reciben alimentación 500 estudiantes, de los 900 que asisten al liceo.
El anegamiento de la bodega de la cocina sumó un nuevo problema a la Dirección.
Toda la comida almacenada se descompuso, lo que hizo imposible entregar las becas de alimento a los estudiantes. La situación recién se resolverá el lunes, cuando se retomen las clases.
PABELLONES
Todo era caos en el Mario Bahamonde, relató el director, pero la situación más inquietante fue la electrificación de todo un pabellón de salas producto de un cortocircuito.
"Clausuramos inmediatamente ese pabellón hasta que llegara Elecda, cosa que ocurrió varios días después", aseguró Boris García.
En plena faena de reparaciones, el director evaluó el daño estructural que afectó al plantel, el cual se concentra en la casona que alberga la Unidad Técnica Pedagógica y otras áreas administrativas, además de los comedores y sala de profesores, con desprendimiento de techumbres.
"También se inundaron algunas salas de clases, pero lo peor son los ratones y las fecas de paloma que se esparcieron con el agua. Por eso tuvimos que sanitizar y desratizar todo el recinto", aseguró.
Ante una posible crisis sanitaria, la decisión fue suspender clases hasta el lunes para dar tiempo a la limpieza y las reparaciones de emergencia.
Subvención
Tras una semana sin clases, el Ministerio de Educación dio al plantel la opción de recuperar las jornadas perdidas los días 7, 9, 10 y 11 de diciembre y así no afectar la subvención.
El Liceo Mario Bahamonde, no fue en todo caso el único establecimiento público de la comuna que resultó con daños producto de las lluvias.
Según la evaluación que realizó la CMDS, normalizar la situación de los jardines, escuelas y liceos bajo administración municipal costará alrededor de $4 mil millones, cifra que la Seremi de Educación no avala.
"Estamos evaluando cada plantel y las reparaciones necesarias producto de la emergencia y no por fallas anteriores. El año pasado la CMDS presentó un proyecto integral por un monto muy superior que solicitamos reevaluar y hasta hoy no lo hacen. Ahora dicen que con menos pueden realizar las mismas reparaciones, entonces no entendemos", dijo el seremi Juan Carlos Vega.