Buena planificación
Chile cada día más debe aprender a mitigar los riesgos naturales. Sufrimos en estos días en las ciudades del norte, inundaciones y aluviones con destrucción y víctimas, en la zona central y sur incendios forestales que consumen bosques centenarios, con el peligro de propagarse a zonas habitadas, el volcán Villarrica en erupción… y todo a la vez… evidenciando la inequidad territorial y la falta de incorporar el riesgo en los procesos de planificación territorial y sectorial.
La planificación urbana se desacreditó absolutamente en la década de los setenta al oponerse el país a la apuesta ideológica marxista, que suponía que con la planificación centralizada total del Estado se lograría una estructuración racional de la realidad.
El objetivo de la buena planificación urbana no es tratar de controlar todo, ni menos negar las iniciativas privadas, sino "equilibrar las distintas fuerzas que están en juego en la evolución de la ciudades", para que trasciendan en seguridad, calidad de vida, convivencia ciudadana y crecimiento económico.
Lo positivo, que Antofagasta no repitió la tragedia de 1991, gracias a las piscinas aluviales, obras de alto costo, que no han sido valoradas por la población, transformadas en vertederos, obligando MOP a invertir altas sumas para su mantención.
En 1997, a raíz del terremoto, se define el Complejo Portuario de Mejillones como puerto minero e industrial, con la proyección de un mega puerto del Zicosur y Asia Pacífico y el puerto de Antofagasta como ciudadano.
En 1999 el MOP inicia las obras de control aluvial.
En el 2000, el Plan Bicentenario proyecta el Barrio Industrial la Negra, se mejora el borde costero como espacio público y se construyen playas artificiales.
En el 2002 se realiza el Plan Regulador vigente, que identifica las vías aluviales y define el frente portuario como Zona de Desarrollo Condicionado para uso urbano.
En el 2005 los estanques de petróleo se deciden trasladar a Mejillones por su peligrosidad y riesgo de contaminación, ¿Por qué este proceso no ha finalizado? La ATI emplaza un galpón en el corazón de la ciudad con capacidad de 90.000 toneladas de concentrado de cobre… Basta una fuerte marejada para generar una crisis ambiental de proporciones.
Hoy se actúa como en la década de los setenta.