Barros y su caótica asunción: "Es una pena muy grande"
Controversia. El obispo de Osorno insistió en que no es amigo de Karadima.
El obispo de Osorno, Juan Barros, calificó ayer como "una pena muy grande" la tensa ceremonia del sábado pasado en que tomó posesión del cargo, acto que estuvo marcado por las protestas de cientos de personas al interior y fuera de la catedral de esa ciudad.
"Fue un momento de alegría por el pueblo de Dios que estaba presente con fe, y pena por el momento complejo con personas que manifestaban su disconformidad. Hay que distinguir entre manifestarse de manera adecuada y entre interrumpir una misa, es una pena muy grande. Quizás, no lo sé, había personas no creyentes que no captan la grandeza de ese acto", sostuvo el religioso, citado por SoyOsorno.cl, en su primer día de trabajo en la Diócesis de la ciudad de la Región de Los Lagos.
Barros asumió como obispo el sábado en medio de fuertes manifestaciones en su contra debido a su supuesta vínculo con el ex párroco Fernando Karadima, condenado canónicamente por abusos sexuales.
Los denunciantes del exsacerdote de El Bosque acusan a Barros de haber sido un "encubridor" de Karadima mientras fue su discípulo, lo que fue desmentido por el obispo, asegurando que nunca conoció los abusos.
Después de que el domingo se ausentara de su primera misa como líder de la Diócesis de Osorno, Barros se reunió ayer con los trabajadores del obispado para conversar sobre los primeros lineamientos de trabajo.
En la ocasión, el religioso enfatizó que lo más importante es sacar lecciones de lo ocurrido el sábado en la Catedral San Mateo y considerar que estamos en época de Cuaresma y acercándonos a Semana Santa: "La vida cristiana tiene esa meta, pasar por la cruz, pero no es un final definitivo, sino que un Jesús resucitado que no mira atrás, que dice 'hermanos, la paz del Señor'. Eso debemos pensar", expresó.
"Yo vengo a unirme con esta Iglesia en Osorno que está caminando cada uno en su lugar y en su servicio", añadió el religioso, quien volvió a desmarcarse del caso al cual se le vincula. "Obviamente me ha afectado el tema Karadima… otra cosa distinta es que yo haya sido testigo de esos gravísimos hechos que la Iglesia y yo hemos condenado. No tengo ninguna relación de amistad con el sacerdote Karadima y que eso que quede muy claro, esa es la verdad", insistió.