Demora en la Av. Aguirre Cerda
Por estos días ha sido nuevamente puesta en relevancia la demora sufrida por la avenida Pedro Aguirre Cerda. Nada menos que dos años y nueve meses de labores se completan para terminar apenas 4,2 kilómetros de camino.
Y tampoco es cualquier arteria. Es -como sabemos- una de las calles más importantes de la capital regional, un camino fundamental para el traslado desde y hacia el norte y sur de una ciudad atrapada entre el cerro y el mar.
La capital regional está con importantes déficit de infraestructura, especialmente pública: sumamos pavimentación de calles y veredas, nuevas rutas, pasos sobre y bajo nivel, sumado a otras iniciativas de corte más fino, como un ordenamiento de la locomoción colectiva y la gestación de nuevas alternativas de transporte estructural.
Pero volviendo al caso de Pedro Aguirre Cerda, resulta preocupante la indolencia presentada por muchas empresas, cuya demora ha resultado fundamental para explicar la situación que hoy tenemos. Aquí destacan especialmente las firmas de telefonía que han demorado las faenas que permitan el soterramiento de cables.
En realidad el caso es más profundo. Se explica en el hecho padecido por las regiones y simple muestra del centralismo: la pérdida de influencia y toma de decisiones de las compañías a nivel provincial. En rigor, prácticamente las decisiones más relevantes se están tomando en Santiago, lo que significa que cuestiones sencillas o simples, como la tramitación del soterramiento de cables en una avenida, no tenga eco a nivel local.
El asunto es más grave en asuntos de mayor calado y o hemos dicho antes. ¿Cuál es el aporte de bancos, del retail y de un sinnúmero de firmas presentes a lo largo del territorio nacional, que no tienen prácticamente ninguna vinculación con el entorno? Tal ausencia de comunicación puede explicarse tanto por su desidia, como por su irresoluta capacidad.
¿Hay otro modelo posible para la colaboración? Por cierto que sí. El respeto por el otro, por su entorno, la escucha a las regiones, y su bienestar se traduce en cuestiones tan simples como estos ejemplos.