Hoy enfrentamos nuevos paradigmas empresariales, los ciudadanos están más informados, conscientes, interconectados, participativos y empoderados, y abogan por mayor transparencia y creación de valor social por parte de las empresas privadas y públicas.
Actualmente la empresa es, en esencia, una entidad social. A nivel mundial, ya está instalado que la visión de sus objetivos, reducida sólo a la maximización de los beneficios y la generación de empleo y riqueza, es insuficiente. En palabras de un profesor: El frío e impersonal mundo de los negocios, o deja de ser frío e impersonal, o deja de ser negocio.
Para el Chile actual y para la Región de Antofagasta, no sólo es importante lo que la empresa hace, sino que tanto o más importante es el cómo lo hace y también lo que deja de hacer.
La manera integral de hacer negocios constituye parte fundamental de las ventajas competitivas de la empresa exitosa. Hoy no basta cumplir con la legalidad, hoy se demanda licencia social con la comunidad asumiendo el presente y futuro de las decisiones. Hoy es indispensable poner en práctica procesos de creación de valor compartido capaces de compatibilizar las rentabilidades de corto plazo con la sustentabilidad social, económica y ambiental.
La Región de Antofagasta se ha desarrollado mucho y el liderazgo minero ha jugado un rol fundamental en este proceso. Enfrentamos nuevos desafíos de inversión, desafíos de calidad de vida, desafíos ambientales.
En este nuevo escenario la autorregulación está llamada a jugar un rol muy importante y complementario. Las empresas no pueden ser reactivas a las amenazas, todo lo contrario tenemos que ser muy proactivas si queremos anticiparnos. La autorregulación es una capacidad y una oportunidad para que el sector empresarial de Antofagasta aporte proactivamente a una mayor eficiencia de la industria y una potente contribución a la calidad de vida y el desarrollo integral de nuestra comunidad.
En este desafío autorregulatorio, como AIA reconocemos una oportunidad muy valiosa para aprovechar nuestras oportunidades y para avanzar en los desafíos que tenemos en materia ambiental, encadenamientos productivos y de calidad de vida.