El 40% de los universitarios de la región deserta en primer año
estudio. Mil doscientos jóvenes que comienzan sus clases en marzo abandonarían la educación superior antes de concluir el 2015.
Cuatro de cada diez jóvenes que se matriculó en alguna de las universidades locales, desertaría antes de concluir el primer año, es decir, el 40% de los nuevos estudiantes de la región. Esto es un 10% más que la media nacional, como muestran las estadísticas del Servicio de Información de Educación Superior (Sies) del Ministerio de Educación (Mineduc).
Según el estudio del Sies, realizado el 2012, la deserción es por motivos vocacionales y económicos principalmente. El 13% puede que reingrese en los tres años siguientes, mientras que el 17% son considerados desertores definitivos.
Realidad local
Llevado a cifras locales, de los 3.000 matriculados para el periodo 2015 en la Universidad de Antofagasta (UA) y Universidad Católica del Norte (UCN), 1.200 de ellos desertarían antes de concluir el primer año de carrera.
De acuerdo a los indicadores, la tasa de retención por carrera es menor en los casos de estudiantes que ingresan con bajos puntajes en la PSU o un promedio de notas deficiente. En la UA, de las 43 carreras que compusieron su oferta para este año, 29 de ellas recibieron alumnos con menos de 500 puntos.
Avalado por las estadísticas del Mineduc, la UA reconoció el problema e implementó programas de nivelación académica, que le permitieron subir, según sus estadísticas, el porcentaje de retención de alumnos de pregrado de un 70% a un 79% entre los años 2012 al 2014 y esperan llegar a un 89%, el 2016.
En ese contexto, Hernán Saguas, vicerrector académico del plantel, dijo que lo fundamental es nivelar a los estudiantes que vienen en desigualdad académica, "nuestro programa de ayudantías apoya el trabajo del profesor en la sala, en aquellas asignaturas que históricamente han presentado mayor reprobación asociadas al área de las ciencias básicas (Matemáticas, Biología, Química, Física), con excelentes resultados".
Ese desnivel se ve reflejado en las estadísticas que aporta el Sies, con una brecha de diez puntos porcentuales, en relación al porcentaje de retención por carrera entre los estudiantes que provienen de colegios municipales y quienes vienen de particulares pagados.
Otro de los factores que detectó el estudio, como detonante de la deserción, es la situación socioeconómica de los alumnos.
Los jóvenes de los quintiles más bajos (con menores ingresos) abandonan antes de concluir el primer año y los que se quedan pertenecen en su mayoría a los quintiles de mayores ingresos.
En respuesta, las universidades destinan recursos propios para financiar becas internas y solventar los gastos de arancel de sus estudiantes. Además de los beneficios que dispone el Estado y financiamientos externos, ya que los alumnos que reciben ayudas económicas, según el Sies, logran un 80% de retención en sus carreras. Por el contrario, aquellos que ingresaron a educación superior sin beneficios lo hacen sólo en 58,1%.
UCN
La experiencia de la Universidad Católica del Norte ha sido similar a la de la UA. De acuerdo a su versión, subieron de un 73% de retención de sus estudiantes a un 80% en 4 años.
Para ellos influye en la decisión la vocación del alumno, explicó Rodrigo Alda, vicerrector académico. "A los 17 ó 18 años ellos no tienen claridad sobre cuál es su verdadera vocación, y optan por carreras que no les gustan. También hay problemas familiares o emocionales, como salir del hogar familiar y enfrentar la vida en otra ciudad", agregó.
Factores económicos y académicos también pueden influir, asegura Alda, para eso implementaron el programa Éxito Académico, "que detecta de los casos que podrían enfrentar esta problemática. Se interviene de manera interdisciplinar para apoyarlos en lo académico, psicosocial y emocional".