Defender y cuidar nuestro patrimonio
Faltan pocos días para que se entregue a la comunidad la esperada remodelación del Muelle Histórico de Antofagasta. Este monumento nacional que nació junto con el inicio de la epopeya del salitre, recibió una inversión pública de $6.400 millones para transformarlo en un nuevo paseo que potenciará aún más la Costanera Central.
En sí, este muelle tiene un valor debido a su antigüedad, así como por el rol que tuvo en la exportación e importación de mercaderías para la naciente Antofagasta. Su construcción data de 1884 y marcó una época de progreso para la ciudad.
Hoy renace tras décadas de abandono y de eternas discusiones bizantinas sobre su destino. No sólo será un aporte para renovar el rostro de la franja costera, sino además entrega un valor agregado para el turismo y refuerza parte de la historia de la capital regional en sus orígenes. Sin embargo, hay un tema que ya preocupa y éste dice relación con el cuidado que tendrá en el futuro, donde muchos de estos espacios son blanco de la acción de vándalos, delincuentes y el propio olvido de las autoridades una vez realizados los respectivos cortes de cinta.
Lamentablemente, los ejemplos abundan en esta materia. El Parque Los Pinares, la Plaza Sotomayor, multicanchas en las poblaciones, las grúas Macosa y el Parque Japonés son verdades indesmentibles que ponen una luz de alerta sobre el tema y que requiere de una visión a largo plazo.
¿Cómo evitar que esto también suceda con el flamante nuevo Muelle Histórico?
Al margen de desplegar los hábitos de cultura y de educación, se requiere que las autoridades proyecten una mantención de las obras una vez inauguradas, a fin de evitar situaciones conocidas (televigilancia puede ser una alternativa) y que este tipo de inversión quede en tierra de nadie con el tiempo.
Desde ya hay que pensar en cómo protegeremos el Muelle Histórico de la sombra del vandalismo y la delincuencia, para que los ciudadanos puedan disfrutar con plena propiedad de estos espacios que son sinónimos de calidad de vida y progreso para Antofagasta. Y lo más importante, pertenecen a todos.