"Canto a la pampa", Francisco Pezoa
La pampa en su inmensidad, siempre ha sido tierra para recuerdos. Y se nota hasta en la música. Hubo un tiempo en que viejos pampinos, solían entonar sentidas estrofas de Francisco Pezoa que vivió en ella para entenderla: "Canto a la Pampa, la tierra triste, réproba tierra de maldición, que de verdores jamás se viste ni en lo más bello de la estación".
Versión inicial: 1908. Se divulgó con nombre "La pampa". Algo tiene la pampa que se impone a los hombres. Muchos fueron los que el violento contraste con su estéril paisaje, sólo avivó la brillantez de lejanas querencias.
¿Quién fue este personaje? ¿Qué hizo por el Norte? Fuera de estas estrofas, algunos piensan que, quizás nada. Su obra pareciera perdida. Para Manuel Rojas, "Pedro Norte", la situación era diferente. Su novela "La oscura vida radiante", da lugar a una sucesión de pasajes biográficos de Pezoa, personaje entre real y legendario. "Buen hombre" que captó la esencia de un mundo que, en más de un aspecto se rigió por sus propias disposiciones, a veces superando cualquier posible comprensión de los seres de su sociedad y sus circunstancias y, lo más valioso, la expuso con el sello de su peculiar condición: "Canto a la Pampa, la tierra triste…
"Pancho Pezoa" tenía un fondo de humanidad de una riqueza fuera de lo común. Fantasía y realidad parecen aliarse en algo tan simple y tan expresivo de una sensibilidad social que dejó de lado el discurso retórico, para captar lo más inmediato, insuflándole trascendencia casi de epopeya. Del patio con los masacrados de la escuela Santa María de Iquique, dolido, dice: "Benditas víctimas que bajaron, desde la pampa…"
"Canción de la Pampa" de Pezoa es una contribución esencial a la conciencia colectiva nortina. No pretendió cambiar el mundo del salitre. Ya estaba allí, con virtudes y defectos. No obstante, con humilde generosidad, algo hizo por él.
Al Norte literario corresponde el respeto que se le debe y el más desinteresado de los estudios.