Adiós 2014
Decir adiós por lo general resulta difícil. Despedirse cuesta, los seres humanos por siempre tendemos a acostumbrarnos con las personas, los momentos, las cosas, los lugares y, en fin, con cuanto nos rodea. Nos cuesta entender que la vida sólo está hecha de momentos, que en la mayoría de los casos no volverán a repetirse jamás. Pareciera ser que la "meta" del tiempo es que avancemos y crezcamos, volver la mirada atrás no nos permite avanzar, más aún, si la volvemos para refugiarnos en penas o alegrías que ya tuvieron su momento.
El crecimiento de las personas como tal no es automático, requiere de tiempo, de vivencias, de experiencias y aún más requiere de un compromiso intencional de nuestro diario vivir. Debemos inexorablemente seguir el paso del tiempo, entregando cada día nuestro esfuerzo y trabajo y además parte de nuestra vida, la cual se va quedando en lo que hacemos, decimos y nos comprometemos. Nuestra gran Gabriela Mistral nos dice en uno de sus poemas que: "El Tiempo es esa herida invisible que nos hacen al nacer y por la cual día a día se nos escapa la vida…".
A pocos días de despedir el año, quizás a muchos se nos genera esa normal y típica nostalgia al recordar los momentos vividos este 2014, instantes buenos y malos, recuerdos felices y a la vez tristes, "dichas y quebrantos, los dos materiales que forman el canto del diario vivir…". Aún así queremos siempre aferrarnos al no paso del tiempo.
Se va un año más y quedan varios proyectos pendientes, grandes promesas sin cumplir y muchas tareas, incluso, sin hacer. Sin embargo, la experiencia nos enseña a mirar "el lado lleno del vaso", sólo así, nos podemos reinventar y continuar con más esfuerzo nuestros proyectos de vida. Nos tocó vivir en un mundo complejo por todo, de la voraz competencia en que el parecer es más importante que el ser. Es de esperar que iniciemos una nueva etapa, en la cual se cumplan gran parte de los buenos deseos y acciones que hacen falta para vivir un mundo más justo y, aunque parezca paradojal decirlo, más humano. Pidamos a Dios que el año pronto a iniciarse sea portador de paz y grandes bendiciones.